El ejemplo de Peñalolén

El ejemplo de Peñalolén

27 Diciembre 2011

Claudio Orrego, el alcalde de Peñalolén aprovechando el timing social y las ventajas que la ley le otorga, después de una discusión de cinco años en su municipio respecto al desarrollo de un nuevo plan regulador comunal, decidió someterlo a plebiscito comunal vinculante.

Jorge Acuña >
authenticated user Corresponsal

El horno estaba para bollos. Después de un año de marchas y despertar ciudadano en que la principal crítica de los habitantes del país es la poca o nula credibilidad que poseen los políticos y los partidos en relación a si éstos realmente son  representantes del sentir de las personas, parecía que estaba pasando demasiado tiempo sin que algún miembro de la clase política no recogiera el guante. Y en cierto modo el año no podía pasar así, sin que lo que manifestaba la gente no fuera escuchado de forma directa, al menos en el plano comunal, que es donde más se ve la relación inmediata entre los intereses de los ciudadanos de la comuna y el actuar político de sus autoridades.

Claudio Orrego, el alcalde demócrata cristiano de la comuna de Peñalolén, de la Región Metropolitana, aprovechando el timing social y las ventajas que la ley le otorga, después de una discusión de cinco años en su municipio respecto al desarrollo de un nuevo plan regulador comunal, decidió someterlo a plebiscito comunal vinculante para zanjar cualquier suspicacia a través de la decisión democrática de los habitantes de su comuna. Así se lo permite la ley de municipalidades que, modificada por la ley N° 20.500 sobre asociaciones y participación ciudadana en la gestión pública, indica que el alcalde, con acuerdo del concejo, a requerimiento de los dos tercios de los integrantes en ejercicio del mismo y a solicitud de dos tercios de los integrantes en ejercicio del consejo comunal de organizaciones de la sociedad civil, o por iniciativa de los ciudadanos inscritos en los registros electorales de la comuna, someterá a plebiscito las materias de administración local relativas a inversiones específicas de desarrollo comunal, a la aprobación o modificación del plan comunal de desarrollo, a la modificación del plan regulador o a otras de interés para la comunidad local, siempre que sean propias de la esfera de competencia municipal, de acuerdo con el procedimiento establecido en la misma ley de municipalidades. Cabe decir que se necesita que sólo un cinco por ciento de los ciudadanos inscritos en los registros electorales lo pidan para llevar a cabo un plebiscito.

En esta consulta ciudadana participaron 97.000 personas de un total de 250.000 habitantes de Peñalolén y el 52% de los votantes rechazó realizar cambios al plan regulador de la comuna, que estaban siendo impulsados por la municipalidad. Estos implicaban ordenamiento territorial, altura de edificios, vivienda y equipamiento, viabilidad y áreas verdes, entre otros.

El que hayan participado 70 mil vecinos reafirma lo beneficioso de implementar en este tipo de casos mecanismos de participación ciudadana, ya que con ello se fortalece la democracia y se otorga un mayor grado de legitimidad a las autoridades y a las instituciones involucradas en este tipo de iniciativas. Pero también es una espada de doble filo. No cabe duda que Claudio Orrego se estaba jugando su reputación, dado que este plebsicito podría interpretarse como un llamado a consulta sobre su gestión y sobre la real capacidad de penetración de los intereses municipales ante la comunidad. Ya sabemos que en ese sentido, el plebiscito fue, para Orrego, un fracaso y en ese sentido utilizar esta clase herramientas de participación ciudadana es un riesgo político que falta analizar, dado las casi nulas oportunidades en que se ha llevado a cabo. Queda analizar también por qué un organismo que tiene a su alcance recursos (no necesariamente económicos) para expandir su postura a la comunidad no fue capaz de ganar el plebiscito.

Pero más allá del fracaso para los intereses de la planificación municipal, creemos que el alcalde Orrego se anota un punto importantísimo frente a sus electores: fue valiente y dejó que la comunidad tomara la decisión final, permitiéndole involucrarse de forma concreta en la confección del futuro de su comuna. Permitió que las diversas comunidades que integran Peñalolén tomaran posturas y las defendieran, obligando a sus dirigentes a estudiarlas, analizarlas, ver pros y contras,  adentrarse en la realidad global del territorio comunal trascendiendo la realidad de la villa, población o barrio. El desafio que queda para otra oportunidad o la lección que se aprende en vistas a la realización de un plebiscito en otra comuna del país, pasa por sensibilizar las consecuencias de la toma de decisiones. El criterio individualista, perfectamente legítimo, puede en algunos casos afectar en el largo plazo esa misma visión. Por ejemplo, el no permitir la construcción de viviendas sociales en determinado sector puede terminar creando problemas futuros que no podrán solucionarse a través de mecanismos de democracia semi-directa.

Por eso hay que concientizar, consensuar, sensibilizar. Los dirigentes vecinales y sociales tienen un rol importante, pero los partidos políticos podrían ayudar también. Sería una estupenda oportunidad para que los partidos vuelvan a acercarse a las bases, asuman compromisos con los habitantes de un sector y la gente vuelva de alguna manera a creer en ellos. Lamentablemente, por lo menos en Rancagua, ningún candidato a la alcaldía o al concejo ha hablado sobre estos temas. Es de esperar que quienes aspiren a un cargo de representación municipal sean capaces de ser generosos y compartan la responsabilidad de crear comuna junto a sus ciudadanos. Una ciudad como Rancagua, de la cual se espera un gran crecimiento, y sus pobladores deben involucrarse en la toma de decisiones acerca de cómo queremos ser en el futuro. Ello incentivará a los candidatos a realizar planes de desarrollo, los partidos se acercarán a la comunidad y los ciudadanos se acercarán más a la política. Todos ganan y ante un futuro que vislumbra la posibilidad del voto voluntario, ello se hace aún más necesario.

Etiquetas:

Comentarios

Imagen de jossie

Estimado Jorge, lo que dice

Estimado Jorge, lo que dice la persona anteriior es lo real, Orrego llamo a un plebiscito que la contraloria declaro extemporaneo, ya que antes los pobladores habina juntado las 5700 firmas que se requerian para llamar a un plebiscito ciudadano y la contraloria ordeno a orrego a hacer un nuevo decreto para llamar al plebiscito de los pobladores, solo que en vez de las 3 preguntas, "democraticamente" aprovecho el resquicio legal y como alcalde llamo al Si o No, te mando este link donde puedes ver esa noticia especifica, y tambien alli estan muchas notas, cartas, etc relacionadas con el tema, seria genial que documentandote mas hicieras una nueva nota para el Rancahuaso. nota http://comunidadecologicapenalolen.bligoo.com/triunfo-ciudadano-contraloria-declaro-valido-requerimiento-de-plebiscito-y-derecho-a-preguntas#content-top

aqui puedes ver lo relacionado con el tema: http://comunidadecologicapenalolen.bligoo.com/aqui-toda-la-informacion-sobre-el-rc

Imagen de Diego Juricic

Sr. Acuña: Lo que usted

Sr. Acuña:

Lo que usted expone es una falta a la verdad. Su artìculo busca ensalsar la reputaciòn de unn alcalde que jamàs estuvo de acuerdo con realizar el prebicito comunal, y es màs, se opuso en todo momento, llegando incluso a generar instancias de abuso donde se golpeò al concejal Lautaro Guanca, dirigente del Movimiento de Pobladores en Lucha (MPL). Esta agrupaciòn, junto a otras de la comuna, fueron los reales  responsables de lograr este històrico plebicito, juntando flas firmas necesarias las cuales el Alcalde rechazò en primera instancia, y ante el pronunciamiento de la Contralogrìa General de la República debió aceptar y realizarlo. Claramente, no lo hizo de la manera que pobladroes y vecinos proponian, a través de una consulta con 3 preguntas sobre los puntos conflictivos del PRC, y llevó a la población a votar por el SI o el NO sobre el total del Plano Regulador, buscando de esta manera generar division entre los pobladores, ya que algunos comitès de allegados se verìan beneficiados por algunas partidas del PRC, mientras la mayorìa no. Cabe recordar tambièn, que como indica la LGUC en su art. 50, el alcalde tiene las facultades de modificar un uso de suelo para construir viviendas sociales sin modificar el PRC, lo que habla de la falta de voluntad de Orrego, y su frialdad para manipular elecciones.

 

ARRIBA LOS QUE LIUCHAN!

Contenidos que pueden interesarte

No existen contenidos para esta sección.