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El Senador Girardi, que ya sufrió en una anterior oportunidad un grave accidente que afortunadamente sólo lo afectó a él, vuelve a "las andadas".

Tal como se menciona en un correo anterior, ya el hecho de que Girardi sacara su credencial de Senador da cuenta de que sí pretendía influir en los funcionarios de Carabineros, y obviamente para que no se le cursara la correspondiente infracción. Ahora, en cuanto al que las "comitivas" oficiales circulen a exceso de velocidad, además de no respetar prácticamente ninguna de las reglas del tránsito, creo debe ser el Gobierno y Carabineros quienes den cuenta del por qué de tal acción, y si ésta obedece a razones de "seguridad", ya que entiendo quienes conducen los vehículos que las integran, son personal especial del Batallón Guardia de Palacio y P.P.I., (protección de presonas importantes) de esa institución.

Girardi ya ha dado reiteradas muestras de que su cargo de Senador lo sigue usando para actuar como patrón de fundo, rememorando al parecer que su cuantiosa fortuna familiar se debe a que eran dueños de gran parte del barrio alto en Santiago y a la especulación inmobiliaria que hicieron con ellos.