Quien hace la opción por inscribirse, valida el marco electoral en el cual se instcribió. Quien no se inscribe, lo niega de antemano haciendo una opción. Quien vota, entonces, se hace responsable de su elección y está obligado a aceptar su error: votar por el mal menor es el signo de su irresponsabilidad. Quien está inscrito y anula, hace una opción, validando el sistema electoral pero rachazando la institucionalización de las alternativas, niega el absurdo argumento del mal menor. Simple lógica y sentido común: lo que nos ganamos cada dia es el resultado de la historia de luchas de nuestros pueblos, y no la decisión de votar o no. Por lo demas, la historia nos enseña que las cuestiones verdaderamente decisivas jamás se ganaron por un mero voto.
Quien hace la opción por
Quien hace la opción por inscribirse, valida el marco electoral en el cual se instcribió. Quien no se inscribe, lo niega de antemano haciendo una opción. Quien vota, entonces, se hace responsable de su elección y está obligado a aceptar su error: votar por el mal menor es el signo de su irresponsabilidad. Quien está inscrito y anula, hace una opción, validando el sistema electoral pero rachazando la institucionalización de las alternativas, niega el absurdo argumento del mal menor. Simple lógica y sentido común: lo que nos ganamos cada dia es el resultado de la historia de luchas de nuestros pueblos, y no la decisión de votar o no. Por lo demas, la historia nos enseña que las cuestiones verdaderamente decisivas jamás se ganaron por un mero voto.