Juan Manuel Masferrer anunció además que para la parcialidad local se autorizó el ingreso del bombo y otros elementos de animación, entre ellos, la bandera gigante y el “minero”, que en la década del 90 alentaba al público desde el interior de la cancha de juego.

Como muy positiva fue calificada por el Intendente Juan Manuel Masferrer la inspección que se realizó esta mañana al estadio El Teniente de Rancagua, que este sábado, y desde las 15:00 horas, albergará el duelo entre O’Higgins y la Universidad Católica.

La autoridad regional que revisó el recinto en compañía de carabineros y dirigentes del cuadro rancagüino hizo un llamado a disfrutar del espectáculo en un ambiente familiar y principalmente a asistir en completa tranquilidad.

“Hemos tomado las medidas necesarias para garantizar la seguridad de todos los asistentes. Como Gobierno, y en esto, transmito el mensaje del Presidente Sebastián Piñera, entendemos que el fútbol es una fiesta, por eso hemos autorizado algunos elementos de animación, pero hago un llamado a la responsabilidad. Queremos que la familia puede venir tranquila y disfrutar. Como Intendencia esperamos que sea un lindo espectáculo”, señaló el Intendente.

De la misma manera, detalló los mecanismos de seguridad que se tomarán para el duelo, y agregó que serán 250 carabineros y 125 guardias los que estarán a cargo de la seguridad.

“Nosotros dispondremos de un gran cordón de seguridad por los alrededores, ya en el interior habrá detectores de metales, guardias que revisarán las mochilas, rejas de seguridad, etc. Para esta oportunidad, hemos reforzado las medidas e insistimos, queremos que el fútbol sea una fiesta y para eso se han tomado las medidas necesarias”, sentenció.

Cabe consignar que las puertas del recinto se abrirán a las 13.00 horas. La venta de entradas, en tanto, para la parcialidad local se extenderá hasta la mañana de hoy en la sede del club y por internet hasta el mismo día del partido, según disponibilidad, mientras que para la barra visitante, se dispusieron de mil 800 entradas, que se agotaron en un lapsus no superior a las 3 horas.