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sergio:

Publicado en: Jueves 20 de Septiembre 2007 11:05:10 PM

¡Haga el amor, no la guerra!

Gatica

Lo único de valor que me enseñó el servicio militar fue que las uñas de los pies se cortan cuadradas para que no se encarnen. Aprender a disparar fue totalmente inútil, la humanidad me ha enseñado que dispararle a otra persona es un crimen, que las distinciones de clases como la de entre oficiales y suboficiales son nefastas para la sociedad. En Chile aún se nace para ser oficial o suboficial. El servicio es una pérdida de tiempo mayúscula para las personas, justo en el período de vida donde más instrucción profesional civil necesitan. Aprender a desfilar es, en sí, una tontera que no sirve para nada a pesar de las innumerables horas que se pierden ensayando. Innumerables horas hombres derrochadas. En el servicio militar fui maltratado y humillado groseramente por ?mis superiores? los mismos que después me tomaron preso y me siguieron humillando por pensar diferente. Para los soldados los enemigos son también personas y quedó demostrado que no importa si estos son chilenas o no.

No se puede hacer una crítica sin mostrar una forma de solución. ¿Qué les parece si aparte de democratizarlas convertimos a las Fuerzas Armadas en una fuerza de apoyo logístico contra catástrofes naturales en el cono sur de Latinoamérica? Una fuerza entrenada y con el equipo suficiente como para estar en pocas horas en el lugar siniestrado movilizando en aviones Hércules y/o transportes adecuados personal calificado con hospitales de campaña, carpas equipos de sanidad, etc?

Como un bono extra sería la admiración, el reconocimiento y agradecimiento que esto provocaría en el resto de la población civil chilena y de los otros países del cono sur. No como ahora que con todo el dinero que se ha gastado en armamento hemos desestabilizado la paz existente con nuestros vecinos por habernos constituidos en un peligro armado para ellos. Profesionales de principio a fin, eso es lo que se necesita en unas fuerzas anticatástrofes, nada más. ¡Haga el amor, no la guerra!