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HidroAysén, Estrategia Energética y la supuesta disputa de la derecha por la Moneda

20 Noviembre 2012
Si se le aplicara la norma internacional a HidroAysén en este tipo de proyectos y no la intención política como ha sucedido en este caso, lo más seguro es que HidroAysén no seria tema y la intención se hubiese desechado desde un principio.
Andrés Gillmore... >
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Por Andrés Gillmore secretario y vocero de Corporación Costa Carrera cuenca del Baker Aysén

Sin duda los dichos del candidato a la presidencia por RN Andrés Allamand, de que HidroAysén es un proyecto muerto, dieron en forma oficial el inicio a los juegos presidenciales y marcó el acento de lo que será el debate del Chile del futuro donde el tema energético es fundamental para ver quien es quien en esta carrera, que definirán el perfil de los votantes del próximo presidente de la república. Allamand después de la entrevista en TVN, en diversas entrevistas en los medios no se desdijo en ningún punto de lo dicho en lo referente a HidroAysén.

Los que estamos en contra del proyecto de HidroAysén en Aysén porque consideramos que lo presentado por HidroAysén como proyecto base para intervenir la cuenca del Baker y construir cinco represas de muro de contención, no tiene el estándar profesional adecuado para llevarse a cabo, que es demostrable al revisar el estudio de impacto ambiental paupérrimo que presentó HidroAysén. Que obligó al actual gobierno a sacar adelante la intención a pesar de todos los inconvenientes, presionado por una empresa transnacional que sabe que su estudio carece de información fidedigna y que no está a la altura de los estándares internacionales, pero que no le queda otra opción que presionar atraves del lobby, para intentar salir adelante. Por un SEA (Servicio de evaluación ambiental) de Aysén compuesto solo por Seremis de Gobierno, que no tuvo otra alternativa que ceder con la presión del despido y acatar las ordenes del Ministro del Interior de ese entonces Hinzpeter, que los obligó a aprobarlo.

 Si se le aplicara la norma internacional a HidroAysén en este tipo de proyectos y no la intención política como ha sucedido en este caso, lo más seguro es que HidroAysén no seria tema y la intención se hubiese desechado desde un principio.

La actitud del candidato Allamand abre una ventana de esperanza para el mundo ciudadano, que quiere que las cosas se hagan bien y de acuerdo a derecho en el tema energético. Es una muy buena noticia que el tema HidroAysén entre oficialmente al debate de la elección presidencial en forma seria y participativa, entregándole con esto una señal potente al consejo de ministros que marcó para fin de año reunirse, para decidir si HidroAysén finalmente se llevara a cabo y que esta última instancia, tome conciencia de la realidad del país de que ellos ya están de salida y que no sería bien visto a esta altura de los acontecimientos por el mundo ciudadano, que aprobaran HidroAysén en esta instancia, cuando en verdad quien tiene que decidir es el próximo gobierno y no el actual.

HidroAysén sintió el golpe de sentirse olvidado por el gobierno, el consejo de ministros debería haberse reunido hace meses por el tema HidroAysén, que es la última instancia legal antes de ser aprobado definitivamente, es como la corte suprema del mundo político, que a pesar de todo el lobby financiero realizado por la transnacional, que exige recibir por lo que pagó. El gobierno entiende que la posibilidad al aprobar en esta última instancia la intención, podría hacer que nuevamente surgieran los movimientos sociales del año pasado en caso de cometer la imprudencia de dar el visto bueno, de una resolución sin marcha atrás.

La inconclusa operación de capitalización de Enersis y de Endesa España, en donde sin tapujos intentaron expropiar los fondos de pensiones de todos los chilenos, fue para hacer caja para HidroAysén, que debe más de 60 millones de Euros a esta altura y no fue más que el cumplimiento de la amenaza que realizó el rey Juan Carlos, conocido por ser el lobista número uno de las transnacionales Españolas, que en visita relámpago a Chile hace unos meses atrás junto con el gerente de Endesa España, Borja Prado, que por coincidencia fue el mismo día en que Bernardo Larraín Matte vocero del grupo Matte, amenazaba por la prensa con sacar HidroAysén de la lista de proyectos. Todo no fue más que una teatralización para presionar al gobierno.

La necesidad de definir la estrategia energética lo antes posible, es un tema al que ya no se puede seguir haciendo caso omiso a nivel de gobierno en políticas de desarrollo, debe dársele un fundamento de Estado. La estrategia energética y su debate son un acto de relevancia nacional necesaria para el futuro de Chile y su sobrevivencia y no podemos seguir haciendo camino al andar, si queremos de verdad salir adelante en las próximas décadas. Para eso debemos ser capaces de clarificarla sin falsos preceptos y con intereses ideológicos que no se ajusten a solo sacar adelante el país. Incluso si es necesario deberemos tener la capacidad de entender y aceptar con altura de mira, que se debería evaluar seriamente bajar el índice de crecimiento a un 3 % o un 4 % anual por un tiempo prudente y olvidarnos por un tiempo razonable de cifras del 6 % ó 7 %, asumiendo con sentido común, que de seguir así, tratando de desarrollarnos con un crecimiento desproporcionado sin una base  energética adecuada, podemos destruir para siempre el patrimonio natural y ambiental del país y por ende la vida de muchas de las comunidades que podrían ser intervenidas con malos proyectos.

 Debemos tener la capacidad de poder exigirles a las empresas Transnacionales Mineras con un formato de Estado, que si quieren seguir operando en Chile, ellos mismos deben ser capaces de desarrollar sus propios proyectos de sustentación energética, en un país que tiene el mejor sol del planeta, con una preponderancia y una obligación exigible a estas empresas de desarrollar energias renovables no convencionales (ERNC).

El ministro de Energía Bunster fue muy claro y honesto en este tema, en una entrevista que concedió al medio americano Bloomberg la semana pasada. Su honestidad fue toda una sorpresa y mostró que no todo esta perdido. De forma llana le bajó el perfil de emergencia energética que quieren hacernos creer el mundo empresarial, infundiéndole miedo a la población y presionar al gobierno para que se aprueben proyectos como HidroAysén. El ministro dijo claramente, “Chile esta apostando su futuro a las plantas generadoras de energía a pequeña escala” con ese sustento más amigable con el medio ambiente y con las comunidades “desarrollaremos proyectos de generación en la cota 1200 a 1400 metro de altura en la cordillera de los Andes”, “es ahí donde esta el futuro de la estrategia energética de Chile” para poder satisfacer la demanda de la industria del Cobre en los próximos veinte años. Agregó que este año se agregaran más de 1000 mega-watts al sistema interconectado, con varios proyectos de ERNC en el área de la energía solar en el norte del país y de unos cuantos proyectos eólicos en el sur. Lo que debería ser el comienzo de la base de sustentación de la estrategia energética del futuro.

No podemos olvidar que Chile tiene un alto riesgo de catástrofes naturales como terremotos, Tsunamis e Inundaciones. No es nada aconsejable tener más del 30 % de la generación energética en la Patagonia, a más de 2500 kilómetros de los centros mineros y de los centros urbanos, con una guitarra eléctrica poco segura para transportar la energía, que despedazaría el país en su recorrido. Seria en caso de concretarse una mala decisión en caso de una emergencia real y de envergadura. Chile bajo nuestra realidad debería tener en lo posible regiones independientes energéticamente, que nos entregarían un mayor nivel de seguridad, que nos permitiría ser más sustentables y seguros en el tiempo.  

Pero volviendo a la política y a las primarias de la derecha para no perder el hilo de la política, la realidad actual y no hay que ser muy sabio para saberlo, demuestran que la estrategia de la UDI de llevar a Lourence Golborne como candidato, muestran que la UDI ha estado adelantándose a los hechos. La opción de llevar un candidato independiente y no uno del partido, responde a entender sabiamente que es muy improbable que vuelvan de nuevo a gobernar Chile desde la Moneda y decidieron que el futuro de la sobrevivencia del partido no están más en la Moneda y si en el Congreso. En esta nueva realidad necesitan reforzar los senadores y diputados para defender los nuevos bríos que traerán los gobiernos que vendrán, que sin duda querrán deshacer lo hecho en este periodo por la UDI, nacionalizando las aguas, mar, cobre, educación, Isapres, Aguas Andinas y todas las otras privatizaciones que se han concretado en estos años bajo el mando de la UDI en la Moneda. Con este entendimiento no se arriesgarán a llevar un candidato propio como podría ser un Chadwick, Longueira, Mathei, Novoa, seria muy inapropiado, un riesgo que no vale la pena correr y con eso en perspectiva, decidieron llevar un candidato que no tiene nada que perder y mucho que ganar, que de no salir electo no constituye un gran problema para el curriculum de la UDI y más que una pérdida para Lourence Golborne seria una experiencia de vida, que lo puede fortalecer para su futuro político. La UDI entendió en la práctica que ser la cabeza de un gobierno no es la mejor estrategia para seguir dominando económicamente el país. Es mucho mejor, más cómodo y más certero, hacerlo desde las penumbras del congreso, que desde las luces de la presidencia.

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