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Hoy, cuando por fin se despejará la incognita respecto de quienes formarán el Gabinete del "cambio", quiero retomar un planteamiento que ya en anteriores ocasiones he hecho y que creo es válido para siguientes gobiernos.

Este dice relación, y aclaro no es una "ocurrencia" mía, con el que cada candidato a la Presidencia de la República cuando se postule, se presente con el Gabinete que lo acompañará en el Gobierno, así como con quienes asumirían la responsabilidad del Gobierno Regional. Este sistema es una especie de réplica del que se da, por ejemplo, en Inglaterra, y si bien está claro es bastante más fácil de aplicar en países en donde impera el parlamentarismo y en donde la Jefatura de Estado es ejercida por una persona distinta de quien ejerce la Jefatura de Gobierno, con modificaciones puede ser adaptado en nuestro País.

Las ventajas de aplicar este sistema son inmensas.

Al saberse de antemano quien en caso de su coalición resultar electa, asumiría cada uno de los cargos de relevancia, estas personas tendrían una preparación previa para ejercerlo con pleno conocimiento de lo obrado por su antecesor y de los proyectos por ejecutar, pudiendo así dar continuidad a los que se desee mantener, cambiar énfasis a otros, e introducir reformas o derechamente eliminar algunos y/o crear otros. Las ventajas de este sistema podrían ser muchas, pero creo la princpal sería la de obligar a las coaliciones a acordar POLÍTICAS DE ESTADO, las cuales tengan, con, insisto, énfasis distntos, continuidad y desarrollo en el tiempo, validar a los representantes de la oposición ante el electorado, y dar al Gobierno de turno y a sus ministros y/u otras autoridades interlocutores válidos con quien interactuar y llegar a acuerdos técnicos que luego puedan ser traducidos al ámbito político.