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¿Nos estaremos quedando sólo en la cáscara?

Creo que los dados se están cargando mal en la Concertación?Echarle la culpa sólo a las directivas de los partidos políticos por la derrota presidencial, es no entender qué ocurrió con parte de la gente que derivó mayoritariamente hacia la derecha?

Por qué no miramos hacia el gobierno, al accionar de las instituciones públicas y sus funcionarios, a la escasa participación ciudadana en las políticas públicas, a la indiferencia de la tecnocracias por el pueblo y su acercamiento vertiginoso a las élites, cúpulas empresariales y del poder en general , al desequilibrado poder de Hacienda sobre todo el resto del gobierno que impuso el tipo de política hacia el país, a la indiferencia hacia la clase media, en especial en temas tan sensibles como es el acceso a una educación de calidad, no sólo de los pingüinos, sino que una universidad con facilidades de financiamiento de matrícula, apoyo alimenticio y de hogar, en fin acceso real para todos?

Más allá de su red de protección social, que pienso fue el sello de todos los gobiernos de la Concertación, -sin rozar eso sí, ninguna base del sistema neoliberal-, no hubo cambios sustantivos del modelo impuesto, ni menos del sistema político binominal, que significaba realizar cambios fuertes en los distritos electorales afectando a los parlamentarios de derecha, centro e izquierda...la que obviamente nunca tuvo piso político para ser modificada por los propios afectados.

Me parece que quedarse en las directivas políticas y en sus primarias truchas, es de una pobreza en interpretar las razones profundas que existen en parte importante de las personas en Chile. Esto, independiente del fenómeno mediático en que se fue convirtiendo la presidenta Bachelet, en que todos apostaban al traspaso automático de esa popularidad, sin entusiasmar hacia el futuro, de lo qué realmente nuevo podía emerger desde el oficialismo para resolver los temas pendientes de la sociedad.

La Concertación, aunque a regañadientes, terminó legitimando el modelo impuesto por la Dictadura Militar. Y ese talvés, será el legado histórico de los gobiernos concertacionistas que supieron no sólo administrar un modelo en el cual no creían, sino que terminaron defendiéndolo a ultranza y con éxito. Las tecnocracias se terminaron pareciendo, sin distinguir si eran Chicago's Boy de la época militar o del MIT u otra escuela de alto linaje donde se formaron las élites concertacionistas, así pasaban de la administración pública sin problemas a cualquier gran empresa privada, que necesitaba no sólo de sus oficios, sino que de la red creada en el aparato del Estado...

Los consensos y su escasa capacidad de maniobra, terminaron imponiendo una lógica de administración más que de cambios, exitosa sí, eliminando la épica y las emociones en la gente...Al final terminó resultando cómodo para quienes pudieron ser parte del poder y pasar sin ningún problema del área pública al privado y/o viceversa, pero no dio respuesta a las expectativas de muchas personas que esperaban cambios importantes acordes a la velocidad con que lo hacía la sociedad chilena.

Los cambios, cuando no son explicitados, quedan en la retina y las expectativas de las que se forma en cada persona, que interpretan la posibilidad de cambio según sus emociones y lo que ella cree pasará con su vida...Es de esperar, que en promedio se produzca a partir de ahora, un salto importante en satisfacer esas expectativas de cambio.

Si Piñera logra satisfacer esas expectativas tan diversas de cambios no explicitados, pero que en definitiva tienen que ver con las oportunidades que otorga el sistema a todos (en especial a la clase media, con resguardo firme de la delicuencia y el narcotráfico), capaz que no sean 4 años de gobierno, sino 8 años tranquilamente...

Cuidado Concertación, una mala lectura de lo que ha pasado los tendrá muchos años fuera del poder, y en un régimen presidencialista como el chileno, lo es casi todo...Confiar ciegamente en la popularidad de la Presidenta, puede ser algo muy efímero que pasa a medida que transcurra el tiempo...No se olviden del viejo adagio muy popular en Chile, y que ya se comienza a verse en estos días: "A rey muerto, rey puesto"...