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Ciclovías en Rancagua: ¿Un avance que corre peligro?

10 Noviembre 2009
Sin duda que las ciclovías en Rancagua han sido un real aporte para la ciudad. Sin embargo, aún falta cultura cívica para utilizarlas. Ciclistas que todavía transitan por las veredas y autos que estacionan encima de ellas, son sólo algunos ejemplos.
Silvia Angélica... >
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La creación y disposición de varias ciclovías en diversos sectores de Rancagua, significa una gran inversión. No sólo para comodidad de los ciclistas y conductores, sino también para tranquilidad de las familias que están tras cada persona que, día a día, avanzan sobre 2, 3 y 4 ruedas por las calles de la ciudad.
La biclicleta ha dejado de ser un medio de entretención, para transformarse en lo que le corresponde: un gran medio de transporte, por lo económico, cómodo y exento de contaminación.
Es un vehículo simple, sin motor, que debe, por supuesto, regirse bajo las normas del tránsito; eso implica: respetar semáforos, discos PARE, CEDA EL PASO e, incluso, respetar algún peatón que va mirando para otro lado.
Deben acatar, claro está, las órdenes para el uso de reflectantes, espejos, cascos, cámaras y cadenas en buen estado y pare de contar. Son muchas las solicitudes que se hacen a los ciclistas, pero muy pocas las que se cumplen, no sólo en la parte material, sino que, además, por ciertas faltas de respeto que cometen frente a peatones y conductores de vehículos motorizados.
Reclamos contra ciclistas
Muchos se quejan de la actitud que toman muchos ciclistas, no sólo en las avenidas y calles del centro, sino también en villas y poblaciones de la ciudad.
Principalmente se quejan de que utilizan las veredas para transitar, situación que obliga a los peatones a dar la pasada y no poder caminar tranquilos como es debido. Te tocan la campanilla, te apuran el paso y, más encima, te pasan a llevar.
- Muchas veces pasan a toda velocidad, aunque el semáforo indique esperar. Se cruzan o aparecen de la nada, atravesándose entre los vehículos, poniendo cara de víctimas si los pasamos.
- Algunos conductores, derechamente pensamos que “los ciclistas son un verdadero cacho para el automovilista y los peatones, por todo lo que provocan al manejar su pequeño vehículo, que –generalmente- los hace pensar que “por ser un medio de transporte chico, tienen todo el derecho de pasarse semáforos, correr a la gente o meterse por entre los autos”
Les encuentro mucha razón, porque veo que algunos pasan con sus bicicletas por los pasos de cebra, mientras los “colectiveros”, “choferes de micros” y “conductores de vehículos particulares” les permiten que pasen. Y no falta el mensajito gritado: “¡Oye, amermelao, el paso de cebra es pa’ la gente que camina… y vos vai en bicicleta”. A lo que el aludido le manda su discurso, de inmediato: “Güeno, y qué querís, que me la eche al hombro?
Ciclovías en Rancagua
De la noche a la mañana comenzaron a aparecer ciclovías en muchas villas, poblaciones, calles y avenidas. Las más notables son las que se encuentran en Avda. Libertador B. OHiggins (Alameda). Este es un gran acierto de la Ilustre Municipalidad de Rancagua, cuya inversión es de $ 120.474.392, con un plazo de entrega de 5 meses, aproximado. Las nuevas ciclovías, ubicadas en toda Avda. Victoria, han resultado ser un gran aporte para los ciclistas. Dan al ambiente un aire de gran modernismo.
Los Problemas
Está claro que los automovilistas se han desahogado un poco en este reportaje, dando sus opiniones y expresando las molestias que –según ellos- provocan los ciclistas. Pero hay que analizar, también, el comportamiento que provocan ellos en contra de quienes conducen este pequeño medio de transporte.
Al consultarle a uno de los ciclistas que hace uso de las nuevas ciclovías, nos damos cuenta que también tienen algunas cosas que decir:
- Hasta hace poco los choferes de colectivo, especialmente, nos echaban el vehículo encima. También los choferes de micros nos apuraban, tocaban la bocina o arrinconaban, dejándonos como medio metro para avanzar. Ahora con estas ciclovías estamos más que felices, porque transitamos cómodos y más seguros.
Una de las situaciones que más me llamó la atención, cierto día, fue ver frente al Hospital Regional, algunos “desubicados” que estacionaron sus autitos sobre las ciclovías. Para esta situación, se exige una explicación.
Darse una vueltita, de vez en cuando, por esos lugares, no estaría nada de mal… aunque después de leer este “aviso acusete”, los primos: “Casi”, “Ninguno” o “Nadie”, desaparecerán de las ciclovías y se estacionarán más allacito.

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