ESCUCHE Laurie Anderson

02 Junio 2007
Revise con nosotros esta excéntrica placa, gestada en Nueva York durante la década del 80, una muralla de sonidos sintetizados, minimalistas y cotidianos.
Sebastián Ruiz-Tagle >
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“Buenas tardes. Les habla su capitán. Estamos a punto de estrellarnos. Por favor apaguen sus cigarrillos”. Esta es una traducción personal del primer párrafo de la canción From the Air que abre el disco Big Science de Laurie Anderson. Una voz conciliadora y familiar pronuncia la frase, se distingue de entre una serie de sonidos electrónicos y un saxo desafinado que se suceden con cambios casi imperceptibles, como intentando evidenciar la neurosis del mundo modernizado. Violinista y artista multimedial, influenciada por los movimientos artísticos neoyorquinos experimentales de los 70, Laurie Anderson logra plasmar en su disco la esencia de la vida en la metrópolis, atiborrada de aparatos y electrodomésticos. Los sonidos que se logran en cada canción son idénticos a los que podría emitir un microondas, una máquina contestadora o un celular, un futurismo arquetípico, muy ochentero, chatarriento y exagerado en su robótica.
El disco completo es una ironía irrefutable a la forma de vida americana. Notas repetidas hasta el infinito y escalas que se despliegan sobre las mismas en tiempos diferidos dan cuenta de su sinsentido, su deshumanización y su desintegración. La tenebrosa Big Science, las gaitas improvisadas de Sweaters, las recitadas Walking and Falling e It Tango y las demás canciones del disco tienen en común una rara simpleza, cada una es una pieza distintiva y poco pretenciosa, que se escapa de la vanguardia para convertirse en música popular, apelando a sonidos cotidianos en versiones caricaturizadas, verdaderos trabajos de composición con un lenguaje pocas veces utilizado, pero que sin embargo se nos hace común.
Es significativo el hecho de que en 1981, un año antes de que saliera a la luz el disco completo, el sencillo O Superman haya llegado a ocupar los primeros lugares de las tablas de popularidad, considerando que se trataba de un estilo muy poco ortodoxo y sin precedentes hasta entonces. Las generaciones de la época vieron expresado su sentir hacia la forma de vida que llevaban en este exótico disco que marca la pauta para una nueva manera de hacer música y de acercar el arte a la vida diaria, como la misma autora diría “No soy una profesional de nada, estoy interesada en este mundo y como se mueve, es muy parecido a lo que trata mi arte”.
Habiendo trabajado con artistas de la talla de Peter Gabriel y Lou Reed, Laurie Anderson desarrolla maestría a la hora de desarrollar obras conceptuales, sugestivas y profundas, con formas osadas y novedosas, pero a la vez simples, accesibles y que tratan problemáticas ordinarias.
Nada más que decir...Escúchelo.
Aquí abajo podrán escuchar dos de las canciones del disco:
From the air:

O Superman:


Quienes gusten de profundizar, pueden adquirir el disco en la página de la Feria del Disco, o escuchar previews de 30 segundos de todas las canciones presionando acá.

Comentarios

Imagen de J

O Superman me parecio tiene

O Superman me parecio tiene mucho de la movida setentera de música minimalista, como Philip Glass o Steve Reich, a tono con el ambiente experimental neoyorkino. No conocia el disco, lo conseguire. Bien.

Imagen de adrián rubio

Me parece que los

Me parece que los neoyorquinos son uno de los pocos lugares de E.U.A. en donde tienen autoconciencia y son capaces de reirse de si mismos y levantarse contra el imperio al que pertenecen. Buen exponente.

Imagen de mariana pessoa

Ohhh, me acuerdo de la

Ohhh, me acuerdo de la segunda canción, nunca supe de quien era. Que loca esta mina, voy a averiguar más de ella.