Movilh llama al Estado chileno a hacerse parte de los Principios de Yogyakarta

Movilh llama al Estado chileno a hacerse parte de los Principios de Yogyakarta

26 Marzo 2007
Inéditos principios internacionales pro minorías sexuales serán lanzados hoy a nivel mundial.
Maria J. Muñoz F. >
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Hoy, 26 de marzo, será lanzada a nivel mundial una pionera declaración de principios que promueven y defienden los derechos de las minorías sexuales, dictando pautas para las Naciones Unidas y los gobiernos con el objeto de que garanticen los derechos humanos de este sector de la población.
Se trata de “Los Principios de Yogyakarta sobre la aplicación de las leyes internacionales de Derechos Humanos en relación a la Orientación Sexual y la Identidad de Género”, los cuales fueron redactados por un grupo de expertos tras una reunión sostenida en Yogyakarta, Indonesia, entre el 6 y 9 de noviembre del 2006.
Tales principios, que marcan un hito en la historia mundial de los derechos humanos de las minorías sexuales, serán lanzados en diferentes eventos que se llevarán a cabo paralelamente a la sesión principal del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra.
Estos principios expresan su preocupación “porque en todas las regiones del mundo las personas sufren violencia, discriminación, exclusión, estigmatización y prejuicios debido a su orientación sexual o identidad de género”, lo cual “menoscaba la integridad y dignidad de las personas que son objeto de estos abusos, debilitando su sentido de estima personal y de pertenencia a su comunidad y conducen a muchas a ocultar o suprimir su identidad y a vivir en el temor y la invisibilidad”.
De acuerdo a los informes de Derechos Humanos del Movilh, desde el 2002 a la fecha se han registrado en Chile 270 episodios de discriminación a las minorías sexuales chilenas, que van desde una simple agresión verbal, hasta expulsiones de colegios, despidos de trabajos y asesinatos. Estos últimos suman 11.
Por eso pedirán al gobierno chileno, a través de la Cancillería, que adopte para sí los Principios de Yogyakarta, de manera de dar respuesta moral y humana a un sector de la población que históricamente ha sido vulnerable.