Hace 2 años atrás, uno de mis amigos de la infancia, me contaba que quería hacer un proyecto artístico que seria un regalo para Arica, yo, no pescaba mucho porque realmente el Arte no me llamaba la atención. Álvaro Rivera es un pintor ariqueño autodidacta, y en ese tiempo estaba incursionando en la fotografía. La idea era mostrar el nacimiento de los seres humanos desde la madre tierra, dando un testimonio gráfico del concepto de la “Pachamama”. El problema es que el no sabía como gestionar el proyecto, y por no tener influencias políticas o algún pituto por ahí, las puertas que tocaba se cerraban rápidamente. Fue así como con un grupo de amigos empezamos a diseñar y planificar el proyecto (el cual no tenía fines de lucro), algunas puertas se mantuvieron cerradas otras las logramos abrir y entrar, fue así como realizamos la sesión de fotografías un día de verano en Playa Corazones y tuvimos la posterior exposición en la Casa de la Cultura, en la cual por supuesto, estaban todos con una gran sonrisa para las páginas sociales del diario.
Como ven hoy, existen muchos proyectos de este tipo, nosotros tenemos el orgullo de haber sido uno de los pioneros.
Otro caso interesante nació hace 5 años atrás, en un carrete. Un grupo de amigos de Ingeniería Industrial y Mecánica de la UTA, conversaban de cómo podían hacer una navidad más feliz para los que tienen menos. Fue así como partió el proyecto Navidad Solidaria. Básicamente era recolectar juguetes para los niños de campamentos, como los areneros y los macheros. Con el paso de los años se fue sumando la polola, el amigo, el amigo del amigo, etc, y es así como el año 2004 repartimos más de 500, juguetes y una gran cantidad de helados. Hoy en nuestra ciudad cooperan más de 50 personas (sin contar a la gente que ellos contactan) y el día 25 de Diciembre hacemos una caravana con Viejo Pascuero y con una gran producción, y ojo, que esta es la primera vez que este proyecto es presentado en un medio de comunicación masivo.
Es así como nacen los grandes emprendimientos sociales y culturales, con sangre sudor y lágrimas... pero de alegría.
Blog de Roberto Gamboa