Nuevo Intendente: Parabienes y que el verbo Cooperación florezca

Nuevo Intendente: Parabienes y que el verbo Cooperación florezca

24 Enero 2007
Héctor Huenchullán empieza a comandar nuestra historia ya con el Bicentenario a la vista.
Esteban Valenzu... >
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Es público, y notorísimo, que más que nunca soy partidario que el pueblo elija a los gobiernos regionales (CORE y ejecutivo), para que tengamos “Intendentes” que no sean efímeros (llevamos cinco en siete años). En los países avanzados son electos por su programa, con una plataforma y se deben a su coalición regional, y no a las lógicas y vericuetos de una política centralizada donde el poder en sus filigranas revoca o designa por razones que desconocemos.
Héctor Leiva se jugaba por mirar hacia el Pacífico y nuestro secano (oriundo de Pichilemu), enfatizar la promoción económica (trabajó en CORFO) y buscar un estilo no confrontacional, aunque no le fue fácil salvar las barreras de quien(es) se considera(n) dueño (s) del Estado y los territorios en estas comarcas centrales. Es así el sistema que la propia Presidenta quiere reformar y que la Concertación aún no internaliza con vigor para comprender parte de nuestros propios clarosocuros. Menos explicable es la salida de Hernán San Martín que hacía una gestión fecunda en Cardenal Caro, pero al mirar el ajedrez, parece que un partido ganó gobernación en la primerísima Región Metropolitana y se cayó el conjunto en un lado que no esperábamos. Pero son especulaciones, en el mundo de la centralización, el poder no está en ninguna parte (y en todas).
Pero lo cortés no quita lo valiente, y lo que nos corresponde, es felicitar
a Héctor Huenchullán y desearle fecundidad en su labor al mando de la Región. El nuevo Intendente conoce bien San Fernando y vivió largamente en Rancagua, sabe de educación y estuvo a cargo de la SERPLAC con apertura a otras agendas del desarrollo territorial. Que tenga la sabiduría de concentrarse en una Región que requiere proyectos adicionales al FNDR, que acabe con el sesgo anti-rancagüino que es una idiotez para toda la Región ya que se requiere un nodo competitivo para el macro territorio (ver la literatura de Manuel Castells y Jordi Borja), que impulse la cooperación público-privada en una zona rezagada en lo económico, que apoye la excelencia en educación, que sea proactivo en el nuevo Hospital Regional que todos reclamamos, que no acepte a pandillas o sectarios tomándose servicios públicos como cotos de caza sin lógicas coalicionales o de estado, que promueva el pacto social sobre todo con el mundo contratista de la agricultura y la minería, que se juegue por crear industria cultural regional y no sólo eventos, que hagamos un jardín botánico regional en el borde el Cachapoal (ya le escribí sobre ello). Y, por cierto, que retome Las Leñas ante el estado central chileno y su interlocución con el argentino, porque ha habido muchas “medias verdades” y engaño a los grupos locales de lado y lado de la Cordillera. Finalmente, ojalá se entienda la dimensión social de apurar el acceso a banda ancha en nuestros pueblos y las zonas populares de nuestras ciudades.
Pero no le vamos sólo a “pedir” al nuevo Intendente. Contará con nuestro compromiso para apoyar el programa de la presidenta Bachelet, para luchar por más recursos para las regiones, por planes de transporte y fondos de innovación, porque se entregue parte del royalty para conectividad digital, porque tenga un consejo regional electo con mayor legitimidad y con su propio presidente, para que sea más sano y diáfano el rol de “representar al Gobierno central” de aquel de expresar las “demandas regionalistas”. Y en todo en lo que nos pida y nos convoque. Héctor Huenchullán empieza a comandar nuestra historia ya con el Bicentenario a la vista.
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