El valor de la amistad.

Últimamente, revisando los blogs que periódicamente leo, además de alguna que otra conversación, me he visto motivado a escribir sobre las relaciones interpersonales, en especial, sobre el valor de la amistad.
Producto del trabajo, la cercanía del barrio o los más diversos motivos, nos relacionamos con muchas personas. Ahora bien, es sabido que no se puede tener afinidad con todos, pero normalmente se vuelven relaciones bastante llevaderas, producto de las conveniencias y obligaciones de la vida, perdiéndose la franqueza e inocencia que teníamos de niños.
La amistad es algo distinto, es un sentimiento, una relación que traspasa todo tipo de diferencias, donde hay entrega de confianza, cariño, compañía, consejos, no teniendo interés propio de por medio. Así mismo es algo que se construye poco a poco y se va probando con el tiempo, exigiendo altos grados de compromiso, apoyo y sinceridad.
Claro está que las personas que se encuentran a nuestro lado solamente para los momentos alegres o festivos no son por ello amigos, puede ser mera simpatía o conveniencia. Como decía anteriormente, en los duros momentos se ven los amigos.
Bueno, tampoco la idea es empezar a desconfiar del nivel de amistad que tenemos con las personas, sino que simplemente dar la importancia que se merece a la verdadera amistad.
Hay unas simples preguntas que podríamos realizar, si queremos saber si somos realmente amigos de alguien:
- ¿Con que franqueza le haría ver sus errores a esa persona?
- ¿Aceptaría una crítica de esta persona?
- ¿Visitaría a esta amigo(a) si estuviera en la cárcel?
- ¿Discuto mis ideas con estas personas?
- ¿Me es grato ayudar a estas amistades o ser ayudado por ellos(as)?
- ¿Qué cosas me unen a esta amistad?
Bueno, al responder estas preguntas, nos damos cuenta que siendo bien estrictos, la amistad es algo exclusivo, nuestra lista de amistades se ve reducida, pero eso no es lo más importante, sino que más bien la fuerza de estas amistades.
Concluyendo, no debemos poner barreras a las personas, ser franco en las relaciones y disfrutar de la vida que tenemos, siempre manteniendo la claridad de nuestra postura frente a las situaciones de la vida, sabiendo siempre que de todas las gentes con las que compartimos, sólo contados son amigos de veras.
Finalmente, quisiera agradecer a los que considero mis amigos(as), que son pocos, pero buenos, ellos ya lo saben.
Les dejo un poema.