En Chile el problema de la delincuencia recrudece. Quiénes profesan ese oficio están cada día más audaces. Esta vez encontré un análisis de la delincuencia visto desde las ciencias económicas, que me parece interesante compartir.

Ha hecho usted un análisis costo-beneficio antes de tener un hijo? ¿Ha pensado en cuánto le costaría divorciarse para determinar si sigue casado? Probablemente nuestra primera respuesta sería negativa, aunque lo hubieramos hecho sin darnos cuenta de ello. Al menos así lo cree Gary Becker, economista estadounidense, que se ha dedicado a mostrar que la economía permite analizar los diversos problemas humanos -como el matrimonio, la natalidad, la discriminación y el crimen- mediante una mirada económica.
A propósito de ello encontré en revista Que Pasa una entrevista realizada a Gary Becker, quien obtuvo el premio nobel de economía el año 1992, precisamente gracias a sus estudios sobre la delincuencia analizados desde el punto de vista de esa disciplina. Hasta entonces la criminalidad era un espacio que era analizado sólo por la siquiatría, la sicología e incluso la sociología.
Becker postula que los delincuentes, salvo casos patológicos, no son distintas a las motivaciones que mueven al resto de la sociedad , y que al igual del común de la gente, los antisociales también buscan el mayor beneficio con el menor costo. Según Becker , la diferencia no está en las motivaciones, sino en la escala con que se evalúan los costos y beneficios. "Las personas que cometen delitos analizan la recompensa económica que ello les reportará versus los costos que supone, como la posibilidad que sean condenadas, la dureza de las penas que se les impongan versus lo que podrían ganar en un trabajo legal. Si el cálculo es favorable, cometerán el delito", nos dice Becxker. Cito algunos párrafos. "Muchos estudios en distintos países han demostrado que cuando la gente tiene poco temor a ser detenida y condenada, está más dispuesta a involucrarse en delitops violentos, como por ejemplo, el robo de una joyería en un centro comercial . No hay duda que ese factor afecta los niveles de violencia".
Becker concluye que las penas son el precio del delito. Si suben las penas , sube el precio y por lo tanto se desincentiva cometer delitos. Finalmente el economista señala dos formas de desincentivar el delito. Una de corto plazo y otra de largo plazo.
En el corto plazo los delincuentes deben enfrentar una mayor probabilidad de detención y castigo. En el largo plazo, debe subir la oferta de empleo, educación y poder adquisitivo de las personas quen podríann verse tentadas a cometer delito, de modo de demostrarle que no es rentable ser un criminal y que puede ganar más dinero.