Nuestros hijos también son libres

Nuestros hijos también son libres

10 Julio 2006
Gracias a la vida que me has dado hijas...
Jaime Mira >
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Me ha tocado la experiencia de vivir con mis dos hijas que en la actualidad tienen 9 y 10 años. He vivido con ellas desde que su madre biológica me las entregó, la menor tenía un año. Aprendí ha cambiar pañales, a cantar canciones de cuna, y entender sus llantos lagrimosos. Cuesta porque no nacimos siendo padres, aprendemos con el tiempo.
"A veces los hijos se nos parecen", parte de la canción de Joan Manuel Serrat, "Esos locos bajitos" ha sido una especie de Biblia para entender y criar a la niñas.
Socialmente he tratado de que no discriminen, y pienso que captaron perfectamente la idea, puesto que en la medida de sus posibilidades, por lo general, muestran sus sentimientos ante el viejito que estira la mano pidiendo unas modedas o la niñitas de su edad que con cara triste requieren de afecto ante padres ausentes.
Eso desde luego me hacen pensar que si tu entregas enseñanza con el concepto de solidaridad, de justicia social, de creer que efectivamete todo ser humano debería tener las mismas oportunidades en la vida, sin importar religión, color de piel, culturas étnicas, concepción política, etc., podríamos hacer hijos más justos, más libres, sin condicionamientos, respetuosos de sí mismos, independiente de la cuna en que han nacido, por que hasta lo que sé yo, todos nacimos desnudos, y esa ropa que te viste o esa educación que te enseña, son parte del reducto que por obra de no se quién, te tocó nacer.
"Gracias a la vida que me ha dado tanto..." la Violeta Chilensis, en su humildad, en su educación de la universidad de la vida, mucho nos ha enseñado, en palabra simples, pero que dicen mucho. Es posible que mis hijas me digan "Volver a los 17 después de vivir un siglo, es como descifrar signos sin ser sabio competente..."
A mis años recorridos por la vida en diferentes partes del mundo y situaciones, he aprendido que nadie está de más, que cada segundo en la vida es un segundo más de aprendizaje, y seguiremos aprendiendo hasta que nos toque el momento de decir adiós y esperar lo que venga. Pasar talvéz a otra vida que no conocemos y esperar que nuestro hijos, y los hijos de ellos, les quede un vano recuerdo, una sola palabra que diga en tu epitáfio. LIBERTAD
Foto de apolon2