Buenas conversaciones, buenos futuros
Amnistía: la ley sin espíritu de ley.
Amnistía: la ley sin espíritu de ley.
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authenticated user AdministradorLa ley de amnistía, la escucho desde que tengo uso de razón. En los noventa fue la palabra que más se repitió en los noticiarios; cómo olvidar a de la Maza y Serrano.
Esta extraña ley, que nos dejó de herencia la dictadura, no ha hecho más que salvar el pellejo a militares, y dejar impune crímenes que realmente son repudiados por todo el mundo.
Un sabio profesor de historia, que tenía yo cuando iba en el liceo, me dijo que: “ las leyes no son más que la voluntad del pueblo por organizarse”.
Sin embargo, esta ley hace lo contrario. En ella se demuestra que ante la justicia existen personas más iguales que otras.
¿Qué tan difícil puede ser derogar esta ley?, acaso no recuerdan que en sus candidaturas los parlamentarios se dijeron todos ser pro-vida, pro- democracia. Dar el ejemplo es dar verdadera justicia a los hombres y mujeres que murieron sólo por pensar diferente; dar ejemplo es sentar precedente y hacer crecer a niños que no oigan nunca más por los televisores, que existe una ley que hace olvidar a la fuerza, los crímenes contra lo más preciado y respetable: la vida.
Comentarios
hector kien dijo eso¿?
hector kien dijo eso¿?
hector kien dijo eso¿?
hector kien dijo eso¿?
Entiendo el dolor y el
Entiendo el dolor y el sufrimiento de las familias que han perdido a sus seres queridos, en la dictadura militar,
pero no por eso, todos los militares de ahora (no hablo de los de aquellos tiempos negros, ni de los pinochetistas, hablo de los conscriptos nuevos, como aquellos que murieron en Antuco), tienen que pagar los pecados o los platos rotos de sus superiores.
Inaceptable. Verguenza,
Inaceptable. Verguenza, tristeza e impotencia. En una naciòn que se vanagloria de estar gozando de la "democracia" tenemos una juticia y tribunales de tiempos de la dictadura.Miles de discursos hermosos; casi "fraternos", reconciliaciòn, perdòn. Mesas de diàlogo; informes; listas, indemnizaciones pero el asunto de fondo permanece tal cual es: impunidad. Da la impresiòn que sòlo estan ganando tiempo y que los asesinos finalizarân sus vidas en sus còmodas mansiones; gozando pensiones de privilegio. Y lo peor de todos esque estân enquistados en las esferas del,poder econòmico; polîtico y cultural. En universidades, iglesias, en el Senado; en tribunales. etc. Si al menos tuviesen el decoro mìnimo de pedir perdòn pero los hechos nos demuestran lo contrario, alzan sus voces prepotentes y amenazantes. Ni olvido ni perdòn en tanto no haya justicia!