De Italia con amor…El piano hecho poesía

De Italia con amor…El piano hecho poesía

02 Abril 2006
Que llegue de tanto en tanto un pianista a San Fernando no es novedad. Que lo haga con un montón de sueños bajo el brazo, tampoco. Que sea italiano, ya es un poco extraño.
Miguel Vallejo >
authenticated user Corresponsal

Matteo Giorgioni es un joven que hoy cumplió 26 años. Es italiano y trabaja en una favela de Fortaleza, en Brasil, ayudando a mejorar la calidad de vida de muchas personas que no tienen modo de salir de un universo hostil, como es la pobreza. Eso lo hace ser alguien fuera de serie

En concreto, y bajo el marco de un patio central del centenario liceo Neandro Schilling de San Fernando, que para describir su estado de conservación habría que pensar en un internado europeo tras ser bombadeado en la segunda guerra mundial, el talentoso pianista italiano, de visita en la ciudad (eso ya es un poco extraño), interpretó composiciones propias y otras de autores como Beethoven y Mozart, atrayendo la atención, la mística y la pasión y de las trescientas personas, que soportando el frío asistieron al longevo recinto educacional.

Me lo tomo con calma. Total, que llegue de tanto en tanto un pianista a San Fernando no es novedad.

Pero Matteo se emociona. Habla tras cada interpretación, atrae a su público. Es interesante. Empatiza y simpatiza con su auditorio, con una puesta en escena simple, de joven europeo paseando por Chile, sin el formalismo de la vestimenta clásica, (con un look punk que le asienta bien, que le hace tener fan club), pero con la interpretación cautivante de los sonidos de un raído piano de cola que se conserva, no se bien en que estado, en uno de los salones del recinto educacional de la ciudad.

Me impacto. Matteo se hace heridas en las yemas de sus dedos tocando el piano. Hace un tiempo, un grupo de alumnos utilizó algunas teclas para hacer uñetas de guitarra. Luego las imperfecciones las parcharon con un material no adecuado, lo que hace imposible para cualquier interprete viajar cómodamente por las teclas y notas que lanza el piano. Tocarlo produce dolor, “pero el también tiene mi sangre ahora”, me dice conmovido Matteo finalizado el masoquista (para él imagino) evento.

Le agradezco por estar ahí. Le digo que su trabajo merece mi admiración. Que vuelva. Que siga tocando. Que nos siga motivando a descubrir las emociones al sonar agudo de un piano de cola, enmarcado en un lugar que sobrecoge por el ánimo depresivo que inspira. El sentimiento es dual. El sentimiento queda manifiesto.

Delante de mi, y mientras Matteo interpreta “Impotencia”, una pareja se abraza con pasión, con candor, con ternura. Los envidio. De verdad. Los miro con extrañeza, con un poco de ternura ya. A esta altura el piano se ha convertido en música incidental. Ella deja su cabeza en el hombro de él. Él se ha vuelto a mirarla. Se ríen. Se toman de la mano. Se besan suavemente, sin dobles intenciones. Se aman. Los vuelvo a envidiar.

Sigue Matteo. Al rato, la pareja ya se ha ido. Viene una pausa y la hora de escuchar a participantes del “Centro Cultural Pablo Neruda” que hace rato que vienen haciendo, por puro amor al arte, que la ciudad de San Fernando tenga espacios para la difusión cultural, al menos. Y lo logran. Y ese logro merece ser premiado.

Termina el concierto y converso con Matteo. Pero de eso les contaré en otro momento. Por ahora seguiré envidiando a la extraña pareja que se hacia cariño mientras el sonido del piano lanzaba sus más bellos acordes. Mientras la emoción se apoderaba de un lugar perdido en el tiempo. Mientras Giogioni tocaba, y alzaba su cuello cerrando los ojos, como queriendo detener el tiempo y percibir aquella última sensación de los trazos musicales dedicados a su novia que se encuentra a más de 20 mil kilómetros de distancia. Allá lejos, en su Bologna natal.

Luego salgo, respiro. Un amigo me invita a compartir unos tragos. Acepto, luego de haber vivido y rememorado uno de los momentos más bellos de mi marzo que se fue entre los dedos.Después de todo, que llegue de tanto en tanto un pianista a San Fernando no es novedad. Que lo haga con un montón de sueños bajo el brazo, tampoco. Que sea italiano, ya es un poco extraño. Y que se dedique a juntar dinero para participar en obras sociales, eso si que es fuera de serie. Hoy cumplió 26, eso es un dato. Pero por sobretodo, que me emocione, al punto de hacerme escribir estas líneas, eso si que es extraño, eso si que me vuelve a emocionar. Permiso, yo me voy a llorar un rato.

Etiquetas:

Comentarios

Imagen de Matteo Giorgioni

Querido miguel, querida

Querido miguel, querida jennifer, querido rene, serjio e todas as almas de s. fernando muchas gracias por este dia inolvidable, por estas palavras inolvidables, por todos vuestros insegnamentos y carinho. Ahora soi aqui, en Fortaleza, na favelas Vila velha, fisemos muito trabalhio juntos, comunitario:ambulatorio, centro de direitos humanos, e verdad "El grande cambio empieza desde las pequenas cosas".
Muchas gracias a todos e vou continuar....
poden ler mas information com fotos en el mi blog http://latavola.splinder.com
un grande abrazo.... matteo

Imagen de Matteo Giorgioni

Querido miguel, querida

Querido miguel, querida jennifer, querido rene, serjio e todas as almas de s. fernando muchas gracias por este dia inolvidable, por estas palavras inolvidables, por todos vuestros insegnamentos y carinho. Ahora soi aqui, en Fortaleza, na favelas Vila velha, fisemos muito trabalhio juntos, comunitario:ambulatorio, centro de direitos humanos, e verdad "El grande cambio empieza desde las pequenas cosas".
Muchas gracias a todos e vou continuar....
poden ler mas information com fotos en el mi blog http://latavola.splinder.com
un grande abrazo.... matteo

Imagen de Jeniffer Argomedo Hodgkinson

La noche del recital fue una

La noche del recital fue una mágica noche. Matteo un alma grande, de sonidos y lágrimas; conversando a través de sus dedos de alma a alma. Inundó de melodías esa noche, fascinó a aquellos que hasta olvidaron que el aire estaba frío, sintió con intensidad las emociones que veía en los ojos de todos los presentes, se alimentó de la maravillosa vibración que inundaba el patio del liceo, se llevó las vivencias, nos dejó los recuerdos y prometió volver en un próximo viaje.
Miguel Vallejo: tú pudiste sentir seguramente todas las emociones y te quedaste para siempre al igual que nosotros, con esas sensaciones que el sonido del piano cobijó en nuestros cuerpos y en nuestros corazones.
Me encantó tu reportaje.
Jeniffer Argomedo Hodgkinson
CENTRO DE EXTENSION CULTURAL PABLO NERUDA-SANFERNANDO-CHILE

Imagen de Héctor González

Eso es verdad, amigo

Eso es verdad, amigo Pedro,
pero que bueno seria
que artistas europeos,
sean virtuosos de la musica
o de la poesia,
vinieran a Chile a compartir sus obras.

Imagen de Pedro

.....simplemente

.....simplemente aplausos...... para el artista y para el corresponsal ciudadano. El primero deleita con su mùsica y el segundo nos indica la vìa correcta de construir una nota simple para expresar una excelente informaciòn.