Cuando pensamos en los Chamantos de huasos, la primera imagen que veo es la foto de todos los Presidentes de los países que constituyen la APEC, cuando recibieron de manos del ex Presidente Lagos en el año 2004 un chamanto tejido por las mujeres del barrio de Camarico y Valparaíso, localizados en Doñihue.

La tradición de estos tejidos tiene sus orígenes en una suerte de mezcla entre los realizados por los aborígenes o los pueblos mapuches, y el refinamiento de hilos de sedas y dibujos de un “europerizado gusto”; estilo de los propietarios de grandes extensiones de tierra en el siglo XIX.

Las tejedoras (o más conocidas como chamanteras) son por lo general dueñas de casas que se han dedicado por una tradición familiar a esta obra de artesanía y que de generación en generación transmiten sus conocimientos a sus hijas y algunos pocos hijos varones interesados en esta técnica.

Desde la SEREMI de Vivienda me tocó desarrollar un proyecto que hoy ya cuenta con su financiamiento del FNDR, recientemente aprobado por el CORE. Trabajamos con el municipio, lo que nos permitió mejorar y hermosear el sector donde viven las chamanteras; convirtiéndolo en un bello paseo.

Es un acierto, allí vive nuestro patrimonio intangible: estas mujeres que por años hilan las labores para crear los chamantos, durante a lo menos 3 meses de trabajo delicado frente a un telar.

El Paseo integrará el canal al paisaje, con una iluminación adecuada, con balaustro diseñado para ser construido con las piedras de los propios canteros de la Rinconada de Doñihue. La misma que utiliza el destacado escultor nacional y vecino de Lo Miranda, Vicente Gajardo.

Habrá una pérgola que permita realizar exposiciones en el lugar, jardines y mobiliario que permita a las familias recorrer y descansar contemplando los cerros de alrededor y las añosas casas de adobe.

Le daremos valor a un rincón de la región de O´Higgins que por años ha estado en silencio “tejiendo” su historia.