Diferentes años, pero el mismo 25 de marzo

Diferentes años, pero el mismo 25 de marzo

26 Marzo 2006
Su amor nació un 25 de marzo de 1910 y se casó el mismo día, pero en el año 1936, aquí está la historia de Isolda Pradel.
Carolina Castro >
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Con motivo de la celebración del nacimiento de Óscar Castro, en la fundación que lleva su nombre, se realizó un homenaje al poeta donde asistieron sus familiares, Isolda Pradel, su viuda, Miguel Arcaya, su nieto y aquellos artistas que quisieron estar presentes en este evento. Entre ellos se encontraban Irem Toal quien leyó poemas que ella escribió, inspirados en la historia del poeta y su mujer. También en el lugar estaba Mónica González, no vidente, la cual utilizando braille compartió sus letras con los asistentes.

Isolda Pradel era la encargada de narrar sobre Óscar Castro, de manera cariñosa recordaba al poeta. Ella en la oportunidad contó el cómo se conocieron y rápidamente se casaron “a mi me gustó un poema que no salía el nombre del autor, pero inmediatamente lo aprendí y me lancé a buscar al poeta. Pasó un año, y un día llega un amigo y me dice “oye Isolda te acuerdas tú que un día estuviste buscando el autor de una poesía”, yo le dije sí eso ya pasó, mi amigo me dijo “él se llama Óscar Castro y es rancagüino”. Me vine a buscar al poeta y lo encontré, él me dijo que era el autor, pero tenía el poema en la casa y me dijo mañana lo voy a buscar”.

Así Pradel sigue el relato “Pero me tomó el pelo durante toda la semana, no me lo llevaba nunca y me dijo que cuando me iba; le dije que había perdido el tiempo, finalmente me iba el lunes, me dijo mire yo voy a ir a verla mañana y ahí se lo llevo. Fue un día martes en la mañana a decirme que no tenía el poema, pero que a las cuatro de la tarde me esperaba en la plaza de Armas y allí me lo iba a dar. Mi papá le dijo a mi mamá que se arreglara, porque tenían que ir a la plaza, ellos fueron, cuando llegué les pregunté el por qué estaban ahí, momentos después llegan dos amigos de él y me hace correr para llevarme al registro civil”, de esa forma contraen matrimonio el 25 de marzo de 1936.

Ella sigue contando su historia con mucha pasión, cada vez que recordaba lo que fue su vida junto al escritor, sus ojos le brillaban y lograba traspasar ese cariño, esa ternura, ese amor que ella tiene por el poeta. A pesar del tiempo que ha transcurrido desde que él dejó de existir aquel 1 de noviembre de 1947.

Isolda entrega un testimonio claro y preciso, recuerda cada frase, cada palabra que él le decía y que luego se convirtieron en grandes poemas.

Así al escuchar las palabras de ella, me quedó claro en lo que se inspiraba el rancagüino para realizar sus obras: En lo cotidiano, en lo cercano, en aquél Rancagua de aquellos años, una ciudad simple en la cual podía inspirarse y escribir poemas desde la perspectiva de urbe, pero también otras veces se inspiró observando a su gran amor…Isolda Pradel.

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Comentarios

Imagen de Patricio Montenegro G.

El libro "La vida

El libro "La vida simplemente " fue la partida en mi inicio en la lectura , despues de haber leido esta maravillosa novela mi mundo amplio sus horizontes, debore cada novela de este insigne escritor y poeta tales como Llampo de Sangre, La comarca y el jasmín y otros cuentos. Oscar Castro te intruduce con su pluma maravillosa en el mundo de la gente ( under ground ) la que no se ve , la que tiene un lugar en esta tierra pero no se conoce ,en la cual este bello escritor tomo palco y ecsenario y fundio en letras lo que viío sintío y palpo sus personajes tales como el diente de oro/la ñata Dorila/la Rosa Hortensia/El Saucino/La vacunadora en fin quisiera ponerme en contacto con la Sra. Isolda Pradel para intercambiar algunas palabras si es posible .

Como una observación aparte una hermana de mi abuelo mia tía Flor Guajardo se caso con don Alejandro Vergara Castro tio de Oscar.

Imagen de Gustavo Díaz-Muñoz Rojas.

Conocí a la viuda ejemplar

Conocí a la viuda ejemplar en un acto que tuve el honor de presidir , en Maipú, hace cerca ya de diez años, en que se inauguró la hermosa Villa "Oscar Castro".

Me impresionó su tesón de amor vigente e inmortal hacia el poeta y escritor o escritor y poeta.

En la inmensidad de la bibioteca del Internado Nac. Barros Arana viví la agonía bbrillante en la pobreza de la niñez del poeta en "La Vida Simplemente" y luego el duro y magistral "LLampo de Sangre", precozmente, los que "devoré" a los doce años. Ya mayor, lo recordé con los olvidados cantares de los Cuatro de Chile. Y la conocí a ella; un ejemplo viviente de amor doliente, sufrido con la pérdida que la acompañó como ser viviente desde el día de la resurrección de su muerte material .Y permaneció en la alegría de su memoria que la redivivió a cada paso de esta vida.

No puedo discernir, con la emoción que me embarga, cuál es más sublime ante la eternidad y ante nuestra mortalidad vana que teme el fin. ¡Qué templos y auras! .

La visité en su modesto pero digno hogar en Diagonal Paraguay cercano a la Biblioteca Nacional, en donde aún trabajaba. Al año siguiente me remitió alrededor de cincuenta ejemplares de su obra "Raíces de la Poesía y Prosa de Oscar Castro", de 1000 editados con la inauguración. Recuerdo que en el discurso de rigor le imploré al poeta que perdonara por los "tallos sin raíces de los postes eléctricos" que " (y) te clavan la entraña dolorosa y mordida" del Poema de la Tierra, que les hizo conocerse y fundirse en el crisol imperecedero, cincuentena y más de años atrás.

Ella quería ampliar la Fundación al alero maipucino, pero terminé pronto mis ocasionales funciones de ocho años municipales y seguí la ruta. Hoy soy abuelo múltiple y trato de inculcar a mis nietos la cultura y majestad de amor global de ambas existencias. Difícil tarea la de hoy en retrotraer, "en buena", el vértigo del "progreso" , que nos exige más y más, sin contemplaciones que humilla la tierra y la hierba campera que tanto amó el poeta, que proclamó su defensa con premonición magistral.

Al Gore debería leerlo si no, como anterior paladín que vivifique su fuerza y porfía vital en busca de justicia.

¡Que vigentes están Oscar e Isolda en la eterna sobrevivencia del espíritu así unidos!

Espero que siempre nos alienten con su espíritu y amor que en cruel contrasentido germinó en una pequeña que sólo alcanzó los once meses y que está con él, según ella lo narra con el alma aún desgarrada de su soledad vivificadora luego que el poeta lloró lacerado su partida, junto al estero y a la madre tierra y mujer destrozada.... ¡Qué agonía! ¡Qué auras tan renovadas e inmortales! ¡Qué eternidad les acompaña desde esa ya lejana unión terrenal!

Nota: Si aún pudiera conversar con ella, ruego remitirme sus datos: Fono o dirección. El canto de homenaje rústicamente improvisado si pueden ruego se lo envíen. Muchísimas gracias............ Un poeta que no fue.

Imagen de Samuel Sarmiento

La literatura que emana de

La literatura que emana de los Escritos de OSCAR CASTRO, me ha motivado profundamente a considerar aeste insigne escritor, como lo mejor de lo mejor que ha pisado suelo chileno. Sus metáforas inteligentes y precisas, lo identifican como un creador de lo bueno y lo bello, como todo lo contrario a otros escritores, que solo le dedican versos a lo malo, a lo trágico y a la tristeza. El merecedor del premio nobel, debió ser sin duda el señor OSCAR CASTRO

Imagen de Rolando Miranda

Sres. Sras.:

Sres. Sras.:

Me gustaría mucho poder ponerme en contacto con doña Isolda. El Sr. Castro fue mi profesor de castellano en el antiguo Liceo de Hombres de Rancagua. Hablo de 1946 cuando con mi curso lo fuimos a ver a su casa.

Mi dirección postal, en caso.

Rolando Miranda

27 Lorraine Street

Plattsburgh, NY. 12801-1818