Crítica de Cine: Manuel de Ribera (video)

29 Septiembre 2010
Esta película circula en el frágil limite entre realidad y ficción. Casi documental , la textura del material imprime en la pantalla, rostros curtidos por la realidad sureña. Por Catalina Rojas en La Pollera
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Originalmente publicado en La Pollera
Manuel de Ribera, recibe como herencia una isla en el sur de Chile, donde el invierno crudo y frío pareciera ser un espacio atemporal . Hombre de alta estatura, bordeando los 55 años, flaco como si nunca hubiera dejado de tener hambre. Manuel quiebra el espacio frío desde la punta de un lanchón mientras cruza desde tierra inhóspita hacia una isla deshabitada, en búsqueda de un tiempo perdido.
Un fuego en la mitad de la explanada, rodeada de árboles nunca antes vistos, aloja a Manuel . Sus ojos contemplan un paisaje verde , como una hoja en blanco. Sentado , escuchando el sonido del viento golpear su cara, va escribiendo su futuro como si estuviera entretejido con una obsesión universal: poblar la tierra deshabitada.
Ribera no es el único que escucha del relato de la naturaleza bruta , una mitología que pareciera haber estado siempre escrita y que pasea todavía por los espacios abiertos: Christopher Murray y Pablo Carrera, los directores – guionistas, con un pequeño y reducido equipo , fueron también sus interpretes y traductores: el guión se iba literalmente “quemando” junto al microfilm. Con un tratamiento visual sutil y de contemplación, intentan traducir sin ruido el lenguaje de la isla. Manuel es su reflejo.
Sus manos largas y escuetas sacan piedras del borde de la playa, están blancas por el tiempo que han pasado en el agua fría. El lanchón que lo atraviesa de un mundo a otro, está detenido a su lado. El adolescente que lo maneja, podría ser Caronte si no revelara en cada mirada cómo una historia se reescribe en el tiempo: él también podría ser Manuel.
Cruzan a Calbuco en busca hombres y mujeres para trabajar y poblar la isla a cambio de terrenos. El viaje por el pueblo pareciera ser una trayectoria asimétrica por cada personaje donde cada uno se retrata como un microcosmos antagónico por si mismo. Una cosa termina uniendo a todos, permitiendo que la trayectoria se transforme en un dibujo perfecto: los que habitan esas tierras son hombres y mujeres solos.
Esta película circula en el frágil limite entre realidad y ficción. Casi documental , la textura del material imprime en la pantalla, rostros curtidos por la realidad sureña. Personajes “reales”( no actores ) , posan para la historia como dentro de un relato que los hubiera estado esperando.
Acompañado de una prostituta y un adolescente fiel, Manuel regresa a la isla con un par de herramientas para labrar la tierra. El tiempo pareciera retroceder a su voluntad y la isla alejarse con cada tramo con que se acerca.
El frío se sale de la pantalla. Desearías compartir el vino que circula entre ellos.

Trailer Manuel de Ribera from l90cinedigital on Vimeo.