Artesanía maderera

Cuando uno se dispone a recorrer la plaza de Rancagua, no se imagina que conocerá a un personaje tan especial. La tarde de ayer estuve con Manuel Kraemer, que no tiene nada que ver con aquél personaje con apellido similar y que pertenece a la Universidad de Chile, sino que es un esforzado rancagüino que trabaja el arte de confeccionar muebles de madera.
Junto con conversar sobre su trabajo, su vida y cómo lo hace para promocionar una labor que nada tiene que ver con lo comercial, conocimos a un hombre que enfrenta su discapacidad con alegría, pese a que reconoce que esta ciudad no está preparada para recibir a sujetos como él.
¿Cómo nace la idea de trabajar con madera?
Esto comienza a los 12 años cuando mi papá me enseña a ocupar una caladora. En esa oportunidad me hice una caja para parlantes y luego un colgador para el baño con una mesita para poner las toallas de mano, los cepillos de dientes.
¿Qué hiciste con eso? ¿a cuánto lo vendiste?
Se lo regalé a mi mamá, la que cuando venían sus amigas se los mostraba y decía que yo lo había hecho.
¿Por qué te gusta trabajar con madera?
Porque es muy noble la madera. Además que por mi discapacidad es más fácil cargarla, por eso no hago cosas muy grandes. Y finalmente creo que tener madera en la casa es combinable con todo.
¿Deseas hablar de tu discapacidad?
A mi me cortaron la pierna cuando yo tenía 20 años, ahora tengo 32. Durante todo este tiempo me he dado cuenta de muchas cosas, por ejemplo una es que uno nunca cree que le va a tocar a uno, y por lo tanto no sabe cómo vivir en un país donde falta mucho para la discapacidad.
En nuestro país se discrimina, a mi no me dan pega en cualquier parte, por eso yo me dedico a esto. En Chile falta conciencia, por más que exista la Teletón, que ha ayudado con el tema, aún no se toma conciencia.
La ciudad no ofrece espacios para nosotros. Yo tengo problemas para estacionar el auto. En los supermercados los lugares que son para nosotros siempre están ocupados.
¿Cómo te va con el tema de la venta?
Más o menos, porque pese a que mis precios no son caros (lámpara $15.000. mesa $12.000, el colgador de ropa $10.000, el baúl $19.000), la gente no compra tanta madera.
¿Qué medidas tendrás para vender más?
Estoy pensando poner una tienda en Rancagua, y ahí hacer una promoción directa de los muebles, así la gente verá lo que yo hago.