Maternidad retardada

07 Marzo 2006
Trabajos, futuro académico, viajes y comodidades, entre otras cosas, son algunas de las razones por las que no nos interesa tener hijos tan jóvenes.
Alejandra Solis >
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Acabo de pasar por el centro de Rancagua y en uno de los kioscos de la calle Estado alcancé a ver la portada de la revista Cosas. En ella salía la actriz chilena María Elena Swett diciendo: “la maternidad es una gran prioridad”.
Al tomar literalmente lo que dice la Mane Swett, estaríamos pensando que lo único que quiere y quizás lo más importante para ella es tener un hijo. Pero si vamos un poco más lejos y analizamos que a sus 26 años no ha tenido familia, sabemos perfectamente que no había sido hasta entonces una posibilidad real, habían otras prioridades que lograr.
Durante estos días este tema ha estado extrañamente presente en los lugares en que he estado. No tengo bien claro si es porque me están viendo grandecita como para que vaya pensando en hijos o simplemente es porque es un tema que tiene preocupada a la población en general. Se dice que Chile está envejeciendo y cada día las madres tienen hijos más adultas, por ende, tienen menos.
De verdad, ¿nuestra curva de la vida ha generado cambios a nivel social?
Anoche hablábamos esto con mi abuelo, y me decía que a mi edad mi abuela ya tenía a sus 4 hijas y que ahora las mujeres no estaban pensando en tener familia. Una de mis 3 tías corroboraba esto, y es más, agregaba que ahora lo importante es ser profesionales, tener un buen pasar y luego pensar en estar en pareja.
Al escuchar atenta esto pensaba, ¿será tan así todo lo que dicen o es simplemente es porque estamos más cuidadosas de con quien establecemos relaciones, y que más que un padre de familia estamos esperando un partner para nosotras?
Cuando empecé a redactar esta columna hablé con amigas mías que tienen mi edad, y me decían claramente que su tema no era renegar al matrimonio y a la posibilidad de tener hijos, sino que no habían conocido aún a alguien especial. Ese supuesto personaje ideal - me decían ellas mismas - no era un príncipe azul, sino alguien que sea capaz de estar en todas con su pareja.
Ahora las cosas han cambiado. Muchos venimos de familias en que ambos padres son profesionales o que se han dedicado toda su vida a trabajar. Entonces estamos pensando en esa misma lógica y no en sólo llenarnos de familia.
Otro aspecto destacable es que ahora no somos sólo nosotras las que pensamos en el tema de la maternidad. Cuando se está en familia es una discusión que pasa por ambos, cada uno asume sus tareas cotidianas y profesionales. Por lo mismo, la hora de pensar en esto no llega hasta cuando ya no se está sola, y, como dice el refrán, mejor sola que mal acompañada.
Entonces mis preguntas apuntan a otro lado. ¿Será que ahora que tenemos mucho más protagonismo en la vida social, cultural, política, etc., estamos queriendo desarrollarnos sólo nosotras, y si en ese lapsus aparece alguien que pueda tomarnos de la mano y construir una rica relación, bienvenido sea?
Creo que así somos ahora. No unas feministas, no unas ambiciosas, sino unas mujeres que nos cuidamos de tener una mochilita extra hasta que estamos o creemos estar realmente seguras.

Comentarios

Imagen de Liliana Soto

Pienso y creo que la

Pienso y creo que la decisión de en qué momento decides tener un hijo, es sólo tuya y de tu pareja. No faltan las presiones de la familia, y si es una relación de largo tiempo, éstas son aún más frecuentes.
Me encantó tu columna, súper espontánea y entretenida... muchas mujeres se sentirán identificadas con lo que expones en ella.