Mujer anónima

Mujer anónima

07 Marzo 2006
En nuestra ciudad existen ciudadanos activos, que no conocemos, ¿hagamos el intento de aprender de ellos?
Mariely Mardones >
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Myriam Canales es un claro ejemplo de trabajo y de un fuerte poder femenino. Trabajando todos los años como temporera en nuestra región, ha logrado educar y hacer de sus hijas las mujeres que son hoy en día.
Este ejemplo, que es mucho más imitado de lo que realmente pensamos, es digno de destacar puesto que, como enfatiza la misma entrevistada, pocas veces se reconoce que ellas son las que les dan el dinero a las grandes empresas frutículas de nuestra zona.
En las manos de cientos de temporeras está la fruta que llega hasta nuestros hogares, como también la que se consume en el mundo. Si no fuera por su trabajo, las empresas no se podrían jactar de los logros económicos que tienen. Por lo mismo, tenemos que reivindicar este importante aporte nacional.
¿Cuál fue su primera experiencia de trabajo?
Fue en el trabajo de sacar frambuesas, en 1986. En esos años, pese a que era joven, ya tenía a mis hijas, así que tenía que trabajar harto para llegar con dinero suficiente a mi hogar.
¿Cómo lo hacía para que el dinero que ganaba alcanzara?
Yo entré ganando 400 pesos diarios, y con eso hacía maravillas. Igual ya en esos años contaba con el apoyo de mi pareja, pero con mi dinero yo vestía, educaba y cuidaba a mis hijas, incluso cuando podía las llevaba a verme trabajar.
A nivel de empresa. ¿Cuál era la utilidad del trabajo que ustedes hacían?
Nuestra labor consistía en elegir frambuesas para jugo y para ser servidas como fruta, pero es raro porque no se nos informaba ni siquiera a qué parte del mundo se iban las frambuesas.
¿Cuál era su rutina diaria en el trabajo?
Salir temprano del hogar, llegar a la pega y ahí ponerme a cortar las frambuesas y a seleccionarlas; un grupo se quedaba en Chile y el otro para distintas partes del mundo. Luego de ello, que duraba todo el día, se dejaba todo limpio, y me disponía a devolverme a mi hogar tipo 7. Igual era complicado puesto que mis hijas eran chicas y querían ver a la mamá, la que tenía que trabajar y más encima estaba todo el día afuera.
Durante los años de trabajo, ¿tuvo alguna experiencia negativa?
Cuando trabajaba en frigoríficos ya no di más. El trabajo tenía muchas cosas por las que se podía decir que era estresante. Todo el tiempo te estaban ordenando que “esa fruta allá y esa por acá”, y al cabo de horas en lo mismo, uno se confundía. Además, cuando se trabaja en recintos cerrados, el ruido es tremendamente molesto. Las máquinas suenan de una manera que es un doble agotamiento. Yo no pude seguir ahí y volví al campo.
Y el campo, ¿no es más dañino por el sol?
En ese sentido sí lo es, pero donde he trabajado yo nos pasan bloqueadores para cuidarnos la piel y yo voy con equipamiento necesario para taparme. De igual forma, yo prefiero estar en contacto con la naturaleza y con mis patrones de esa forma más relajada que se produce en el campo.
O sea los jefes de los frigoríficos, ¿hacen notar más su cargo?
Los que me han tocado a mi, mucho. Yo tuve uno que era tan pesado que cuando me veía sentada me hacía ir a limpiar cosas y solamente con un trapo y agua. ¿Usted cree que las manchas salían? Entonces me tenía todo el rato limpiando y yo le decía “ésta no es mi pega, y si quiera que la haga entrégueme detergente”, y él como si nada.
¿Y él la despidió?
No. Yo me fui por cuenta propia... si su trato me tenía enferma y los ruidos también.
¿Cuál ha sido su mayor logro como temporera?
Lo mejor para mi es poder aportar en mi hogar y estar a la par con mi viejo. Considero que es súper importante poder demostrar que las mujeres también trabajamos y que lo hacemos muy bien, entonces yo soy feliz trabajando todos los años para dar a mis hijas lo que necesitan. Por eso mismo, las cosas malas las evito, y trato de aguantar no más, pero bueno hasta que algo sea aguantable.
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Imagen de Liliana Soto

Un saludo para estas dos

Un saludo para estas dos mujeres de nuestra región: Mariely, nuestra corresponsal, y Myriam. Como así a todas las luchadoras, madres, amigas, esposas, profesionales... en fin, MUJERES... ¡Feliz Día!!! todos los días...

Imagen de SANDRA PC

!FELICITACIONES¡....son

!FELICITACIONES¡....son muchas y cada una las mujeres que diariamente hacen más grande a la sociedad, a través de un trabajo de sacrificios en todas las esferas de la actividad humana, por ello, por lo significativo y silencioso de todas, me he sentido feliz al ver un rostro, que seguramente no estará en la portada de los Actos Oficiales, entre las destacadas autoridades...sin embargo aquí en nuestro ·Rancahuaso sí"....Por todas aquellas ausentes...UN FRATERNAL ABRAZO...y como dijo nuestra Presidenta: .."Diré lo que Pienso y haré lo que Digo"...