“La que se muere soy yo” se lee en la pancarta que sostiene Mariela Pereira. Ella, junto a un centenar de personas, protesta contra las nuevas medidas que impiden el completo y normal uso del cigarrillo en lugares públicos. No son pocos los chilenos que utilizan aquel producto para calmar nervios o pasar un buen rato agradable. Y no son pocos los que sacan grandes dividendos económicos con la venta y publicidad del tabaco.
El día de hoy (martes), la disputa legal por el consumo libre de cigarrillo sufrió un revés importante en la Cámara Baja del Congreso Nacional. A pesar de las innumerables protestas de particulares y empresarios, un nuevo proyecto de ley que limita considerablemente la venta, publicidad y consumo de tabaco fue despachado a la Cámara Alta luego de ser aprobada con amplia mayoría por los Diputados en ejercicio.
Dentro de los principales puntos aprobados en el proyecto, se encuentra la completa eliminación de la publicidad de tabaco en la vía pública, en locales y propiedades privadas; como también en portales nacionales de Internet.
A estas medidas se suma la normativa que tendrán que cumplir las empresas tabacaleras a informar sobre el daño irreparable en el consumo de cigarrillos. Dicho punto hace referencia a la obligación de utilizar la mitad de una de las caras de cada cajetilla para informar sobre los riesgos a la salud que conllevan el consumo de tabaco. La información debe ser pagada en un 100% por cada empresa.
La pregunta que muchos sostienen a la hora de analizar dichas limitaciones es si con esto se está coartando la libertad de las personas. Los especialistas sostienen que el consumo de tabaco no solo daña a quien fuma, sino a todos quienes lo rodean; y por lo tanto, el limitar el consumo de tabaco, permite bajar la cantidad de personas dañada.
La discusión está abierta. Ahora queda esperar la resolución de la Cámara del Senado. Mientras tanto, Mariela seguirá protestando.