Si bien es cierto que en los mapas turísticos convencionales del país, Ovalle no aparece como una alternativa obvia para conocer y disfrutar, situación que parece explicable si a pocos kilómetros se ostenta la bella costa de La Serena, el mítico Valle del Elqui u otros lugares de reconocida virtud para los que desean descansar y pasarlo bien. La oportunidad de conocer está ciudad, me ha sugerido hacerlo como un destino válido y sorprendente.
Ovalle se esconde hacia la cordillera, a 4 horas de Santiago y a una hora de La Serena, en medio de un clima cálido en el día y frío en la noche. Cerca de 100.000 personas lo habitan, gente orgullosa de su tierra, que habla con pasión de su historia Molle y Diaguita, de sus increíbles hallazgos arqueológicos, de sus valles generosos para Vinos y piscos, de sus embalses, de sus quesos de cabras, de sus cervezas artesanales, de sus camarones de río, de sus equipo de fútbol y el nuevo estadio que se construirá. Personas que en sus palabras, implícitamente esconden su más profundo amor por su tierra y por los encantos de la misma.
Los Ovallinos seducen con sus relatos, quieren gritar fuerte al país, la abundancia y el “cuento” de cada rincón de la ciudad. Revindican con entusiasmo que el mejor vino del país es Ovallino, que el Pisco se produce en gran magnitud en sus valles, y que de momento de conocer parajes imponentes, sus cerros y montañas, acariciadas por petroglifos, pictografías, piedras tacitas o morteros, habitados hace más de 4.000 años por cazadores y recolectores. Pero por sobre todo, garantizan buena atención y cariño a los visitantes.

En resumen, con toda confianza podemos recomendar algunos destinos que valen la pena conocer:
- Valle el encanto: Imperdible por la belleza de sus cerros y fundamentalmente por los impactantes petroglifos.
- Viña Tabalí: Recomiendo hace el tour por la caba, y pedir una moderada degustación de algunos de sus extraordinarios vinos.
- Mercado: En el centro de la ciudad, pueden conocer uno de los mercados más impecables y ordenados que tiene Chile, más aún, con gente muy cariñosa que ofrece sus productos.
- Fray Jorge: No hay mucho que decir sobre este lugar. Simplemente hay que ir.
Es una tierra abundante en diversas expresiones culinarias, turísticas e históricas.