Grandes Poetas chilenos del Siglo Veinte

Grandes Poetas chilenos del Siglo Veinte

12 Noviembre 2008
Chile tiene cuatro puntos esenciales en la historia de su poesía. Los cuatro (Mistral, Neruda, Huidobro y Pablo de Rokha) se dan en el siglo veinte. El siglo en que se ha producido la mejor poesía chilena.
José Martínez F... >
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Se dice que Chile es un país de poetas. Cierto. Pero, en verdad, ¿qué país no lo es? En Chile nos encontramos con cientos de creadores, pero lo mismo ocurre en muchos otros países. En nuestra América hispana, bástenos citar México, Argentina, Perú, Cuba, Uruguay... y más.
Lo que sucede es que el Nobel otorgado en 1945 a la Mistral nos dio esa aureola corroborada por Neruda, que se hizo acreedor a dicho galardón casi tres décadas después.
Lo cierto es que ellos son parte vital de la poesía chilena del siglo veinte, un siglo muy importante (aparte de los dos citados) en vates trascendentales: Pablo de Rokha, Huidobro, Pezoa Véliz, Manuel Magallanes Moure, Ángel Cruchaga Santa María, Óscar Castro, Eduardo Anguita, Braulio Arenas, Humberto Díaz Casanueva, Rosamel del Valle, Jorge Teillier, Enrique Lihn, Victoriano Vicario y muchos más.
Todos ya fallecidos.
Entre los grandes poetas vivos son figuras claves Nicanor Parra y Efraín Barquero (reciente ganador del Premio Nacional de Literatura), Miguel Arteche, Óscar Hahn Garcés y Raúl Zurita Canessa.
La poética de los autores vivos es –por ser la más próxima a nosotros- la que mejor conocemos, junto a la de los cuatro grandes de la poesía chilena.
Entre los poetas vivos el primer nombre que asoma es el de Nicanor Parra: bardo de extraordinario juego lingüístico, en que la belleza de lo triste juega con lo radical de la comicidad. Las instalaciones poéticas de Parra apuntan a lo que se conoce por antipoesía. La poesía que intenta no ser poesía siendo al fin de cuentas poesía pura.
Efraín Barquero va por el lirismo de lo cotidiano. Poeta social y lárico (siendo además un gran lírico), tiene en sus versos algo del cantar de su maestro y amigo Pablo Neruda. Poemas como “La compañera”, son sinónimos de la simpleza hecha arte.
Miguel Arteche es un poeta más cercano a una poesía de Academia. Sus versos suelen estar construidos de una argamasa intelectual en que, sin embargo, no asoma el hermetismo duro de Eduardo Anguita, por ejemplo.
Óscar Hahn es un gran poeta. Hijo de las escuelas españolas del Siglo de Oro. Góngora y Fray Luis de León se hacen presentes en su poética delineada en las temáticas de la muerte y del amor erótico, los dos puntos fundamentales de su quehacer creativo.
Raúl Zurita es un bardo aparte. Aparte, porque se aleja de todas las fórmulas de los autores anteriores, excepto de la fórmula parriana. Su influencia proviene quizás de La Biblia… Su poética contiene una belleza y originalidad únicas. La cadencia de su verso estremece. Va en la línea de un romántico, como José Asunción Silva, hilando el canto verso a verso… con fuerza segura…, haciendo de varios de sus poemas verdaderas obras maestras.
Y si se nos quedan en el tintero otros nombres el cronista se excusa, precisamente por ser éste un artículo y no un libro y porque, a veces, la memoria juega malas pasadas.

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Comentarios

Imagen de José Luis Guajardo Valencia

Se olvida de muchos y de

Se olvida de muchos y de otros tantos.

Los reconocidos suenan a pleonasmo innecesario, ya se ha escrito bastante sobre ellos, es más, existen múltiples antologías al respecto -que, por lo demás, iteran a los mismos y casi los mismos poemas-.

Recomiendo un voz que grita en su silencio inmerecido:

Juan Luis Martínez.

1. Antes que su hija de 5 años se extraviara entre el comedor y la cocina, él le había advertido: "-Esta casa no es grande ni pequeña, pero al menor descuido se borrarán las señales de ruta y de esta vida al fin, habrás perdido toda esperanza".

2. Antes que su hijo de 10 años se extraviara entre la sala de baño y el cuarto de los juguetes, él le había advertido: "-Esta, la casa en que vives, no es ancha ni delgada: sólo delgada como un cabello y ancha tal vez como la aurora, pero al menor descuido olvidarás las señales de ruta y de esta vida al fin, habrás perdido toda esperanza".

3. Antes que "Musch" y "Gurba", los gatos de la casa, desaparecieran en el living entre unos almohadones y un Buddha de porcelana, él les había advertido: "-Esta casa que hemos compartido durante tantos años es bajita como el suelo y tan alta o más que el cielo, pero, estad vigilantes porque al menor descuido confundiréis las señales de ruta y de esta vida al fin, habréis perdido toda esperanza".

4. Antes que "Sogol", su pequeño fox-terrier, desapareciera en el séptimo peldaño de la escalera hacia el 2º piso, él le había dicho: "-Cuidado viejo camarada mío, por las ventanas de esta casa entra el tiempo, por las puertas sale el espacio; al menor descuido ya no escucharás las señales de ruta y de esta vida al fin, habrás perdido toda esperanza".

5. Ese último día, antes que él mismo se extraviara entre el desayuno y la hora del té, advirtió para sus adentros: "-Ahora que el tiempo se ha muerto y el espacio agoniza en la cama de mi mujer, desearía decir a los próximos que vienen, que en esta casa miserable nunca hubo ruta ni señal alguna y de esta vida al fin, he perdido toda esperanza".

Imagen de Guillermo Pavez

Que suerte la nuestra los

Que suerte la nuestra los que nos gusta la poesía.

Es el alma que se nos arranca desde adentro.

Me gusta la rima en los poemas, aunque la poesía libre tambien es linda.

Me siento Poeta Popular y hago Poemas a las cosas simples de la vida, que son las mas importantes.

Imagen de Isabel Orellana

Interesante nota, se

Interesante nota, se recuerda, se toma en cuenta y se aprende.

Gracias, Don José... hace bien tener presente estos nombres. En lo personal soy "adicta" a Gabriela Mistral, y de Oscar Castro.

Amo la poesía y me gusta siempre aprender algo nuevo.