Final de El Señor de la Querencia: Una masacre angustiante

¿Habrá muchos Señores de la Querencia deambulando por ahí? No necesariamente produciendo muertes, sino ocasionando maltratos generalizados, abusos, aprovechamientos y tantas malas costumbres que llevan al ser humano a no actuar bien.
¿La verdad? El haber seguido, episodio tras episodio las andanzas y acciones del Señor de la Querencia, fue un suma y sigue de tensión y temor. Pero el día de ayer, cuando gran cantidad de chilenos se instaló frente al televisor, no se esperaba sucesos tan dantescos. Quienes se reconocen seguidores de esta mini-teleserie, pero grandiosa en argumento, agitación e intensidad, estarán de acuerdo que había que tener sangre fría para no despegar la vista de la pantalla.
Se sabe que, incluso los directores, actores, técnicos y, por supuesto, los actores sufrieron y soportaron en directo, capítulo a capítulo –especialmente el final- las innumerables maldades que José Luis Echenique (en su creación y proceder) desplegaba, día a día, noche a noche… sin descanso.
Liderando La Querencia, teniendo sometidos a todos, sin excepción, desde su esposa, sus hijos y todos sus empleados sin sueldo, hizo de las suyas desde principio a fin. Y, a pesar que estamos en un país que está luchando por erradicar el femicidio, y con él, el parricidio, homicidio, etc, de igual forma la teleserie sumó demasiados adeptos. Si ustedes me preguntan ¿por qué yo la veía?, la respuesta es: “Cómo un ser humano puede ser tan malvado, utilizar el nombre de Dios, matar, castigarse, volver a matar. No tendrá un día bueno, este personaje?" Esa es mi respuesta. Pero, ¿cuál es la contestación de todos quienes la vieron?
Personajes valientes
Buenaventura, era un huaso sometido; brazo derecho de José Luis, y a pesar que su esposa e hija eran violentadas por su amo y señor, él –de igual forma- le obedecía… De nada le valió su lealtad, porque terminó muerto. Y así pasó con Teresita, Mercedes, Juan Cristóbal, Luis Emilio, Herminia… ¡Uf!, qué mortandad en la noche final. Los actores reconocen que los momentos en que se graban estas escenas, son demasiado fuertes. Se llenan de cables por el cuerpo, para que los efectos especiales resulten a la perfección, al momento del disparo, las caídas y reventones de sangre (que no es más que salsa, amigos). Pero, opinan que, de igual manera, “estos momentos son muy difíciles”. Sobre las personificaciones: MUY NOTABLES.
Lo moral
A pesar que los creadores, directores, productores y actores, consideran que la teleserie iba por tierra derecha, con gran rating… superando a otras grandes de la pantalla, de igual forma, especialmente los actores, deben haber llevado, dentro de sí, una gran tensión… era muy difícil –seguro- interpretar vivencias demasiado brutales, tomando en cuenta que en nuestro país se está luchando por castigar, con todas las de la ley, a las personas inhumanas.
La angustia y la presión que todos los seguidores de esta teleserie sintieron fue demasiado evidente. Nadie puede ser tan rudo… Al final, todos quedaron para adentro. Resultó exageradamente sanguinario.
El final más sangriento
Los entendidos en teleseries chilenas, consideran que El Señor de la Querencia ha tenido el final más cruento en lo que a creaciones nacionales se refiere. Pero no se podía esperar otra cosa, ya que, si desde el inicio, se hizo notar la presencia de la perversidad, el final debía mantener el nivel.
Desenlace podría ser imitable?
La muerte del protagonista principal fue revisada por Televisión Nacional, con 2 meses y algo de anticipación, de la misma forma que fueron revisadas las muertes televisivas de los otros actores. Pero si se analiza la forma en que José Luis Echenique culmina con su vida (que no viene al caso mencionarla) es un tema que lleva al análisis. Por mucho que se haya estudiado la escena, aconsejan “abordarlo con criterios de moderación”… porque el tema del suicidio, puede ser una conducta imitable. Ahí la pregunta que nos hacemos todos: “Por qué se estudia tanto el desenlace, si al final, de igual forma será emitido? Claro, la teleserie fue un fruto demasiado triunfante, que creó gran expectación cada noche, con altos valores pagados por auspiciadotes (4 y medio millones sólo los 30 segundos en la parte final). Pero, alguien piensa que la conducta del protagonista pueda imitarse? ¿Habrá muchos señores de las querencia deambulando por ahí? … no necesariamente produciendo muertes, sino ocasionando maltratos generalizados, abusos, aprovechamientos y tantas malas costumbres que llevan al ser humano a no actuar bien?.
Hablan los entendidos
Los expertos hacen ver su preocupación, y aunque opinan que “la trama de El Señor de la Querencia puede igualarse a muchas películas dantescas que se exhiben en los cines, resulta chocante que se manifiesten, a través de una teleserie chilena, hechos tan violentos y horrendos, porque –como lo mencioné anteriormente en el artículo- esto hace recordar y conectar las acciones televisivas, con el tema del femicidio”.
Testimonios
Por algunos lugares consulté sobre el tema, destacando algunos argumentos rancagüinos:
Gloria: "Fenomenal, a pesar que hubo mucha sangre, era inevitable que terminara de otra forma".
Carola: "No me gustó. Hubiera preferido que encarcelaran al José Luis".
Rodrigo: "Güeeena!!!, me gustan los finales así, porque sé que es mentira lo que pasa".

Peak de 52 puntos
Cuando el “jovencito de la película, Manuel Pradenas”, se da cuenta que el malo, malo, ha dejado la grande” en la Querencia, con muchos muertos esparcidos en las dependencias, no le queda más que buscarlo por todos los rincones; y lo encuentra en la Capilla teniendo como rehén a Leonor, su esposa, dispuesto a matarla. Manuel, enamorado de Leonor, para salvarle la vida, suelta su arma, en el mismo instante que entra la Ley (no el grupo musical), para –por fin- arrestar al malvado José Luis. Él, por supuesto, acostumbrado a nunca querer perder, no se entrega, no se da por vencido, y salvajemente se suicida, a vista y paciencia de su esposa, Manuel, los policías y, por supuesto de todo Chile y varios países.
La discusión
Qué paradoja, pero perdonable: El malo más malo, no vio el final y estuvo ausente de ver las escenas más crueles. El atractivo Julio Milostich no pudo estar (¿o no quiso?). Es que la agresividad es impresionante… y a él se le perdona todo como actor. Debe haber sido demasiado dificultoso cada paso, cada escena, cada capítulo. Y en la vida real es demasiado simpático.
Pero ello no nos aleja de la discusión que provoca la teleserie, calificada de violenta y cruel. Y, para tranquilidad de todos, o de muchos, ésta se debe calificar como una ficción, ya que ocurrió a fines de 1800 y a inicios de 1900, donde las costumbres eran distintas a la actualidad. En esos tiempos existían muchos patrones de fundos que sabían tratar a sus peones, empleadas y niñas de mano, pero podría haber existido más de alguno que tuviera un corazón tan cruel como José Luis Echenique, haciéndolos trabajar sin sueldo y tratándolos con bajezas, no pidiéndoles ser serviciales, sino serviles, como ocurre en la teleserie recién culminada.
Otro Final
Reconozcamos que el final nos dejó tensos, como para dormir bajo 7 llaves, o para mirar con 4 ojos… más a lo chileno, “nos dejó muy saltones, y así como todos tenemos distintos o similares principios, formas de vida y manera de ver las cosas, también pensamos en un final diferente ¿verdad?. Aunque todo es ficción, cuál sería su final?... El mejor.
______________________________________________________
"Las opiniones vertidas en los comentarios son de exclusiva responsabilidad de los ciudadanos que las emiten y no representan necesariamente a El Rancahuaso , medio que sólo actúa como plataforma de expresión democrática . Más detalles en Normas de Uso para Comentarios"