¿Por qué se han logrado superar tantos records mundiales en la natación? Es la interrogante que surge al analizar el comportamiento de la natación en Beijing 2008 y que ha significado, por ejemplo, que sólo en las tres primeras jornadas se haya logrado superar 8 maxi marcas, el mismo número que en Atenas 2004.
La respuesta es, a juicio de los expertos, que en el país asiático se esta dando la ecuación perfecta entre el desarrollo del nadador y el de la tecnología, lo que da como resultado un excelente rendimiento.
Los trajes y el tipo e piscina construida son los elementos que permiten explicar los resultados obtenidos, a lo que debemos sumar la destreza humana. El Speedo LZR Racer se ha convertido en la estrella de la temporada, el cual ha permitido hasta antes de los JJOO bajar 38 records mundiales. A buen entendedor pocas palabras.
Por otra parte, el escenario de la competencia, denominado “Cubo de Agua”, fue edificado especialmente para que las carreras fueran rápidas. Daniel Garimaldi, coach d Kobrich, explica a El Mercurio que “La piscina tiene 3 metros de profundidad, lo que permite que el oleaje que generan los nadadores tarde mucho más en rebotar y subir”, señala.
Otro elemento importante es la cantidad de carriles, en vez de instalar 8 colocaron 10 en el recinto que costó 140 millones de dólares, esto ayuda a disipar las turbulencias producidas por los propios deportistas.
Dado a que es un área cerrada, cuestión que marca una diferencia con respecto a Atenas 2004, las condiciones ambientales son perfectas: el viento y la humedad no influyen y la luminosidad se puede mantener controlada. Asimismo, la temperatura del agua siempre está en los 28 grados, lo que es ideal para la concreción de competiciones.
“Acá se están usando componentes químicos que le quitan dureza al agua, permitiendo un mejor desplazamiento. Y los bloques de salida tienen una superficie que permite que los nadadores salten rápidamente cuando reciben la orden de salida", apunta Ibrahim Zaldívar, entrenador del viñamarino Oliver Elliot.
Pero, no se debe olvidar que “el factor humano sigue siendo decisivo. No por tener una piscina rápida alguien va a llegar y batir records. También hay avances en el trabajo de gimnasio y e los sistemas de entrenamiento a altas densidades, lo que hace que haya muchos países con buenos nadadores. Si no, no se habrían batido 5 records mundiales al mismo tiempo”, concluye Garimaldi.
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