Modelo Económico, Sistema Político y Participación Ciudadana

Modelo Económico, Sistema Político y Participación Ciudadana

12 Junio 2008
Somos las ciudadanas y los ciudadanos organizados, los llamados a ejercer los espacios de poder que legítimamente nos estamos ganando, con el fin de garantizar nuestro derecho inalienable a una calidad de vida.
Moisés Scherman >
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De un tiempo a esta parte han surgido cada día con más fuerza, expresiones de la ciudadanía en prácticamente todas las comunas del Gran Santiago, así como también en las principales ciudades de nuestro país. Lo anterior no es fruto de la casualidad ni mucho menos.
Por una parte, la Constitución Política y la legislación vigente se distinguen por la absoluta inexistencia de mecanismos e instituciones que permitan una Participación Ciudadana real y efectiva. Por la otra, los partidos políticos no son capaces de recoger e interpretar las inquietudes de ciudadanas y ciudadanos.
Ante esta coyuntura y como única alternativa para enfrentar las políticas locales y nacionales vigentes elaboradas a nuestras espaldas, hoy en Chile surgen las organizaciones ciudadanas conformadas por quienes sentimos la necesidad de ejercer nuestros derechos humanos en todos los ámbitos de nuestra existencia
Es por ello que nos organizamos para defender nuestra calidad de vida y el futuro de nuestras familias, seriamente afectadas por los intereses de la Industria Inmobiliaria y las Despolíticas Ambientales, de Vivienda y de Obras Públicas vigentes, las cuales tienen una expresión muy concreta tanto a nivel nacional, así como también en todas las regiones y comunas del país.
Pareciera ser que esta alianza, entre estos dos ejes, hasta hoy indestructible, se ha convertido en la Política Oficial de Empleo de los gobiernos de la Concertación que en complicidad con el sector privado productivo, nos imponen a sangre y fuego su modelo de crecimiento económico entregado a las “fuerzas del mercado”.
No debe sorprendernos entonces la permisividad de la legislación ambiental vigente, ni tampoco los planes reguladores metropolitanos, ni menos las políticas invasivas del Mop en nuestras ciudades, comunas y barrios.
En nuestra capital en particular, las políticas de expansión urbana en las tierras agrícolas y la densificación exacerbada en sectores de moda, la inacción de la Comisión Regional del Medio Ambiente y la segregación de nuestra ciudad generada por la construcción de Autopistas Urbanas impulsada por el Mop, están llevando a esta cuenca u hoya hidrográfica a una situación insostenible que hará colapsar a nuestra ciudad en el corto plazo, como de hecho ya está ocurriendo en numerosas comunas de la misma.
En concomitancia con lo anterior, los Planes Reguladores Comunales solo promueven el desarrollo de la Industria Inmobiliaria sin importarles el negativo impacto que genera sobre la calidad de vida de sus habitantes, el aumento de la contaminación ambiental, acústica y vial.
A lo anterior, se suma la absoluta falta de fiscalización de los organismos que supuestamente debieran ejercerla. Más bien, lo que observamos es como dichos organismos públicos, en la práctica se convierten en cómplices de las múltiples ilegalidades que en materias de la legislación existentes, cometen las empresas del sector.
Somos las ciudadanas y los ciudadanos organizados, los llamados a ejercer los espacios de poder que legítimamente nos estamos ganando, con el fin de garantizar nuestro derecho inalienable a una calidad de vida acorde al artículo 25 Nº 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada y proclamada por la Resolución de la Asamblea General 217 A (III) del 10 de diciembre de 1948.
Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
Moisés Scherman es miembro de la Red Ciudadana por Ñuñoa
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Comentarios

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Estimado Luis, Díficil

Estimado Luis,

Díficil desafío el que planteas.

Es precisamente porque los distintos modelos "democráticos" no permiten una participación ciudadana efectiva y real, que hay que buscar otros caminos.

Los partidos políticos han dada suficientes muestras de que su ambición el poder está por sobre cualquier apertura a la ciudadanía.

Hay que ser audaces y crear nuevos espacios de participación desde los cuales poder influir en el futuro de nuestros pueblos.

Ejercer control y fiscalización sobre el poder local, es decir, Pladecos, Planes Reculadores Comunales, Presupuestos municipales,Políticales locales sectoriales como educación, cultura,empoleo, fomento producrivo, deportes, etc.en cada comuna y municipio del país.

El paso siguiente a a nivel regional y finalmente a nivel nacional.

Ese es nuestro desafío.

Pero para ello hay que despertar del letargo en que aún están dormidos millones de compatriotas producto de 17 años de oscurantismo y 18 años de pseudodemocracia.

Vamos ciudadanas y ciudadanos que se puede...

Imagen de Luis Dintrans Schafer

El articulista pretende

El articulista pretende descubrir la piedra filosofal a travès del concepto y elemento bàsico de toda democracia denominado "participaciòn ciudadana". Tiene toda la razòn en sus apreciaciones y en la importancia de la partcipaciòn ciudadana en el quehacer polìtico pùblico, pero me llama la atenciòn , que en ningùn momento destaca o al menos menciona el rol de los partidos polìticos en la llamada participaciòn ciudadana. ¿ Existe alguna verdadera democracia en el mundo en la cual para poder acceder al poder polìtico no lo sea a travès de las organizaciones llamadas partidos polìticos? Podemos modificar la ley, reestructurarlos e incluso cambiarles su denominaciòn, pero son estas estructuras las ùnicas llamadas, repito, en democracia, habilitadas para ejercer el poder polìtico gobernando un territorio y su pueblo polìticamente organizado.

Es imposible concebir organizaciones de participaciòn ciudadana, como lo pretende el articulista, en forma separada, amorfa o sectorialista, para acceder y ejercer el poder polìtico, si no lo es con y desde un partido polìtico.

El problema està , y entiendo al autor del artìculo, en la verguenza y el descrèdito que la sola menciòn de polìtica, o partido polìtico pueda provocar, por la actual decadencia del crèdito ciudadano en dichos pilares fundamentales y bàsicos de nuestra democracia.

Sòlo nos queda, como ciudadanos reencantarnos y reencantar la polìtica y los partidos polìticos, cocebirlos y entenderlos como instrumentos de alto valor moral y de sublime nobleza y de esta forma podremos estar, a travès de mùltiples organizaciones de participaciòn ciudadana incrustados en ellos, haciendo de la polìtica el verdadero arte de gobernar.

DE TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS DEPENDE