VEA: Hollywood ending

30 Marzo 2008
Otra película de Woody Allen que, detrás de las clásicas historias neuróticas de una serie de personajes, encierra una ácida crítica a ciertas "formaciones" del cine. Véala.
Camilo Rojas >
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Claro está que no se trata de uno de los mejores trabajos del director y actor norteamericano. No está ni cerca de sus obras maestras. Pero, y no es menor –sobre todo hoy en día–, se trata de una película que tiene algo que decir. Una comedia ácida y, como siempre, repleta de guiños flotantes. 

Una vez más nos encontramos con esos interminables diálogos entre el hombre neurótico y la mujer hermosa que no sabe por qué se siente atraída por él, en los que surge una dulce incomodidad y una curiosa condescendencia con el hombre. Ese hombre, naturalmente, es Woody Allen. Esta vez se trata de un excéntrico director de cine (Val Waxman) y su ex mujer, ahora casada con un importante millonario que quiere invertir en una película. Tienen la historia y deben escoger al director. La mujer insiste en que elijan a su ex marido, que se encuentra en un muy mal momento en lo que a su carrera de director respecta. Finalmente los inversionistas acceden y empieza el rodaje. Pero Waxman, a poco de empezar, sufre de una ceguera sintomática, debido a la situación que estaba tocándole vivir. Acá la película (La mirada de los otros) se abre a interpretaciones, pues Waxman tiene varias razones para “no querer ver” qué es lo que estaba sucediendo en su vida entonces, entre las cuales contamos la relación con su hijo, un rockero que come ratones mientras toca batería en recitales, la relación con su mujer, y otras más.

En esta situación, su manager lo convence de que no puede abandonar el rodaje, porque eso significaría el final definitivo de su carrera. Así, el grueso de la película se va en el rodaje de una película, en las aventuras de un director ciego que debe pasar desapercibido. Lo que de acá en adelante sigue, que es lo importante, se lo dejamos a usted. No vamos a contarle el final, que es lo más rescatable de la película.

Lo que sí podemos decirle es que, más allá de la clásica fórmula de Allen, que trabaja de un modo tremendamente lúcido con premisas psicoanalíticas, poniéndolas en juego con una libertad digna del mejor sentido del humor, la película constituye un ácida crítica al mundo del cine norteamericano y el cine en general. Una crítica al cine comercial norteamericano y a ese cine, a veces denominado “Cine Arte” que trabaja con el azar y con la estupidez de su público, y que muchas veces se escuda en corrientes modernas como el surrealismo. Y se trata de una crítica directa, evidente, pesada e hiriente, que queda en el fondo de la pantalla como un muerto colgando detrás de todo el enredo psicológico que se da entre los personajes.

Las actuaciones son impecables, y la puesta en escena también. El argumento, pese a lo delirante –como suele ocurrir con las películas de Allen– funciona a la perfección. Se trata de un trabajo más de este excelente director y actor, que sin dejar de lado su estilo burlón, autorreferente y de un profundo trabajo de los personajes, consigue presentar algo nuevo, con ideas relevantes y una mirada peculiar respecto a un tema tan propio como es el cine.

Aquí un trailer de la película subtitulado por La Pollera:

FICHA:

La mirada de los otros, o Un final made in Hollywood: EE.UU., 2002, 112'.

Título original: Hollywood Ending

Dirección: Woody Allen

Guión: Woody Allen

Fotografía: Wedigo von Schultzendorff

Montaje: Alisa Lepselter

Protagonistas: Woody Allen, Treat Williams, George Hamilton, Téa Leoni, Debra Messing y Mark Rydell


 
 
 
 
 
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Comentarios

Imagen de woody woodpeker

se ve wena la peli

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