Muchos años le tomó a José Saramago poder dedicarse a la literatura por completo. Generalmente se habla de que su carrera literaria empezó a los cincuenta años, un espaldarazo para muchos escritores jóvenes que se resguardan en la posibilidad de que eso mismo les ocurra a ellos, sin embargo la carrera de Saramago no comenzó precisamente a los cincuenta. A los veintiséis años ya cuenta con dos novelas publicadas, pero pasarán veinte años antes de que vuelva a publicar.

Con casi cincuenta años empezará una ajetreada carrera donde publicará muchos libros, entre los más importantes están “El Evangelio según Jesucristo” y “Ensayo sobre la Ceguera” una de sus novelas más leídas. Con un estilo único, característico de la prosa de Saramago, este libro pone en evidencia oscuros vicios de la humanidad, a la vez que hace contrapunto con algunas virtudes que permanecen aun entre el salvajismo de la sociedad contemporánea.

Que de pronto una persona se quede ciega es algo extraño, pero no insólito; ahora, que alguien quede ciego y esa ceguera se disperse por toda la ciudad como una epidemia es un escenario propicio para una buena historia. Las políticas de cuarentena con estos enfermos, la capacidad de estos mismos por sobrevivir hace brotar salvajes instintos donde la humanidad se ve postergada dando paso a la ley del más fuerte.

No sorprende que esta novela esté llena de proyecciones y cruces con la sociedad ‘capitalista’ contemporánea, la falta de escrúpulos y la necesidad de destruir al otro para poder surgir son parte de las reflexiones que Saramago entreteje con el argumento de la novela. Son ideas que desarrolla de manera liviana, no es desmedro de la profundidad, sino en la capacidad que tiene de generar ideas concisas, pero fáciles de llevar, sin ser un lastre en la velocidad de la novela.

En la claridad de la novela influye mucho el estilo único del autor. Una prosa que fluye con muy poca puntuación, valiéndose de ‘comas’ es capaz de llenar páginas sin afectar la calidad del texto, por el contrario se hace fácil de leer. Por todo esto, léalo.

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