En el año 1951 J.D. Salinger publica “El guardián entre el centeno” un mítico libro estadounidense del siglo XX, una novela corta interesantísima que – como toda buena literatura – ha sido capaz de trascender al propio libro con alcances insospechados para su propio autor.

Salinger es un ácido crítico social, de eso no hay duda, pero es difícil distinguir si su crítica obedece a la perspicacia del autor, o bien es la voz del mismo escritor la que se cuela en el personaje de Holden Caulfield. Se trata de un adolescente atormentado al igual que el autor, que sigue viviendo en Estados Unidos retirado de la vida pública tras el éxito de esta novela, pero del que se han tenido noticias por su posible locura. Se dice que sufrió de estrés postraumático, luego de participar en sangrientas batallas durante la Segunda Guerra Mundial, enfermedad que – según cuenta su propia hija – lo llevó a beber su propia orina.

La novela cuenta la historia de Caulfield un joven trastornado que es expulsado del colegio. Escrita en primera persona va dando cuenta de lo vacía que es la sociedad estadounidense, pero visto desde la óptica del desencanto y el desengaño del mundo, por lo que los mundos en los que transcurre la novela son sórdidos, así como las temáticas que esta desarrolla. Fue esto mismo lo que generó, por la década del 50’, tanta controversia ya que tocó temas sensibles para parte de la sociedad conservadora estadounidense, temas como la sexualidad, el alcohol y una visión oscura y pesimista de la vida. Sin embargo, resulta interesante ver como esta novela a pesar de ser la más ‘prohibida’ en EEUU, es una de las más estudiadas.

Saliendo del aspecto netamente literario, tenemos una novela que se ha convertido en un objeto de culto en su país, influyendo a otros escritores estadounidenses. Pero también ha obtenido fama por ser asociada a dos famosos asesinos: Mark David Chapman y John Hinckley Jr. El primero asesino de John Lennon llevaba la novela consigo cuando lo mató, y del otro – que intentó matar al presidente Reagan – se dice que también estaba obsesionado con la novela.

En definitiva, un buen libro, entretenido y no muy largo. Tal vez con los años que han pasado desde su publicación la lectura de esta novela pueda no parecernos tan impactante o controversial, pero es innegable su calidad literaria y la habilidad de Salinger para expresar en Caulfield el desencanto y la oscuridad.

-VEA: Sweeney Todd, the demon barber of Fleet Street

-ESCUCHE: Modern times

-GRANDES PERSONAJES: Teniente Dan

-CONCIERTO DE Dylan

-Rogelio Salmona: tejedor de ladrillos

-La WEB, la impresión de un amateur