¡Al fin!...Jueces al Banquillo

20 Febrero 2008
Sí, al fin parece que habrá luz verde para mover a esos señores ancianos y jóvenes,que se sientan en su trono a dictar justicia e injusticias en muchos casos. No es posible que ellos sean, a la vez, jugadores y árbitros en un mismo partido.
José Martínez F... >
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Lo hemos dichos nosotros y muchos otros cronistas: La justicia en Chile es una vergüenza. Delincuentes habituales que caen hoy y salen mañana por resolución de jueces que no entienden los riesgos que esos sujetos provocan estando en libertad. De las muchas mujeres víctimas de femicidio, ¿Cuántas se hubiesen salvado estando esos sujetos en prisión?De otras víctimas fatales (incluída la Sra. Lapostol), ¿Cuántas no habrían sido asesinadas si los jueces hubieran impuesto justicia y no poniendo una mano de "lavanda" en sus resoluciones?.
¿Habrían sido asesinados dos funcionarios de carabineros si los bandidos que les mataron estuvieran en la cárcel, como correspondía? Razón tuvo el general José Bernales Ramírez al plantear que la justicia chilena tenía responsabilidad. De igual manera la "justa justicia" debiera operar cuando es la policía quien comete excesos o actos de arbitrariedad. Los jueces chilenos, en gran cantidad, gozan de pésima fama.
Los diputados Cristián Monckeberg y Patricio Walker presentarán en abril un proyecto para un sistema de evaluación de los jueces,el que intenta que los magistrados no se evalúen entre ellos mismos cada cuatro años. Fíjense, señoras y señoras. Los jueces son juez y parte de sus haceres. Árbitros y jugadores en un mismo partido.¡Qué verguenza!
Este proyecto está siendo realizado por una gran Universidad: la Adolfo Ibáñez. Este es un cambio necesario: desde el más simple tribunal hasta los más elevados deben ser puestos en la mira de fiscalizadores externos. No puede suceder que la justicia sea flaca frente a asesinos en potencia, condescendiente con los estafadores y sujetos dañinos; y sea dura con gente que lucha con sus ideas como sucedió en los casos de Alejandra Matus, Francisco Martorell, Ana Verónica Peña y el ex-funcionario de la Armada, Héctor Palamara, a quienes se les prohibió la circulación de sus obras-denuncias; hecho que significó -como respuesta a las injusticias judiciales- procesos contra el Fisco chileno.
El caso Palamara, incluso, llegó a un tribunal internacional el que le dio la razón al ex-uniformado, obligando al Estado a pagarle una suma de más de veinte millones de pesos. Una cifra escasa, pero, que, al menos, marca un acto de justicia que en Chile Palamara no obtuvo, debido a esos jueces lentos e injustos. Aquí hay que revisar a cada juez. Ver qué intereses los mueven, qué razones les marca. Desde los más modestos -los jueces de Policía Local- que suelen aplicar una "justicia" basada en argumentos no investigados en forma acuciosa y en que suelen ser parte muy interesadaa favor de las arcas municipales y en no investigar denuncias que afectan, por ejemplo, a obras mal realizadas, ya que la responsabilidad son de las Direcciones de Obras Municipales (DOM). El vínculo de los Municipios con los Juzgados de Policía Local es evidente. Desde esos jueces hasta los jueces del crimen tienen grandes responsabilidades, como lo dijimos, en la libertad rápida de delincuentes habituales y de gran peligro y en demasiados actos de no reparación de daños. Además debe revisarse el comportamiento de jueces de otras esferas.
Los jueces, en general, no pueden autoevaluarse. Tienen que ser evaluados por personas ajenas a los tribunales y ojalá no cada cuatro años, sino que todos los años. No es bueno que los malos jueces, porque también hay los justos, sigan. Deben irse. Así Chile podrá mostrar una cara un poco más limpia. El proyecto que sustenta la Universidad Adolfo Ibáñez debe llegar a buen puerto yserá responsabilidad del Congreso y del Gobierno hacer que aquello ocurra. De esa manera el fimicidio, el infanticicio, el homicidio en general, las agresionesfísicas y los daños económicos causados y otros actos de injusticia podrán, si no acabarse, al menos disminuir.

Comentarios

Imagen de Mario Enrique Contreras Silva

¿El problema de la justicia

¿El problema de la justicia en Chile, será la prueba en conciencia?

Existirá algún abogado o estudiante de derecho, que lea el Rancahuaso y se atreva a opinar sobre el párrafo trascrito a continuación:

Copia integra de un párrafo de Revista Chilena de derecho sin 07 18 ? 3437 versión on -line

8. LA PRAXIS QUE SE DEBE SUPERAR

¿Están los jueces cumpliendo en la práctica con su deber constitucional, legal, moral -e incluso de prestigio como dice un autor- de fundamentar sus sentencias en aquellos casos en que tienen la facultad de apreciar la prueba en conciencia?

Al parecer hay un consenso generalizado en que lamentablemente ello no es así pues lo que se acostumbra ver en las sentencias es que luego de una simple relación de la prueba rendida -que en la forma aparente de un análisis, es más bien un resumen de ella- seguida de la genérica afirmación "y que habiéndose apreciado la prueba en conciencia" las causas se fallan sin más. Ese es todo el razonamiento que muchas veces se expresa en los textos de los fallos.

A este respecto es lapidaria y gráfica la opinión de Gonzalo Calvo "...la apreciación de la prueba en conciencia (...) se ha transformado desgraciadamente, en su aplicación real en gran parte de los casos, en una mera expresión gramatical, que en el hecho suple el análisis que debe realizarse cuando se establece la existencia de los hechos, produciéndose así un retroceso en lugar de un progreso, si se tiene presente la garantía a que tienen derecho los justiciables de ser juzgados conociendo la fundamentación del fallo manifestada en los motivos que lo determinan en uno u otro sentido"32.