Se hace injusto hablar de la genialidad de Chaparrón Bonaparte sin hacerle une mención honrosa a su inseparable compañero, el otro loco, Lucas Tañeda. Que ahí quede saldado ya que nuestro GRAN PERSONAJE de esta semana tiene méritos de sobra para ser el protagonista, el centro de este artículo.

Poniéndonos en contexto, Chaparrón Bonaparte y Lucas Tañeda eran los personajes de “Los Chifladitos”, nombre bastante malo que tal vez contribuya a que se le recuerde casi exclusivamente por el nombre de sus personajes. Aparecían dentro de Chespirito, programa que albergó a los actores del “Chavo del Ocho” pero que también aportó con inolvidables personajes como ‘El doctor Chapatín’ o el ‘Chómpiras’. Cada uno tendrá su favorito, pero es indiscutible que el tema de los delirios, la fantasía y la locura son tratados de manera magistral en Chaparrón que es interpretado por su creador Roberto Gómez Bolaños.

Su caso difiere de otros personajes de Bolaños que también son reconocidos ‘locos’, en este se encarna la locura total, no simplemente las estupideces del doctor ‘Chapatín’ o las aventuras delirantes o fantásticas en las que se mete el ‘Chapulín’, sino que la locura vista como la desconexión casi total de la realidad. Esa es la tónica del programa, y de manera ocasional se tira un cable a tierra por parte de Lucas, por lo que es Chaparrón el más delirante, al punto de sufrir una especie de ataque epiléptico llamado la ‘chiripiolca’ que lo hacen moverse descontroladamente hasta que le den un golpe en la espalda.

Hay que decir que la locura de él, si bien es completamente inocente, no siempre tiene felices resultados para los que lo rodean. En más de una ocasión lo vemos golpeando a alguien o poniendo en dolorosos aprietos a otros personajes, siempre con la liviandad de un humor ingenuo y elaborado, de la aplicación del absurdo como fuente de donde brota el humor de los personajes.

A veces, Chaparrón muestra en su locura las luces de la genialidad del artista. Así, en muchas ocasiones sus desvaríos son monólogos que bien podrían leerse o escucharse atendiendo su aspecto estético, pero que sin embargo obviamos debido al tono humorístico de la situación.

En definitiva, un maestro, un GRAN PERSONAJE por donde se le mire. Les dejo un video para que se deleiten con las locuras de Chaparrón:

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