10 de diciembre: Día Internacional de los Derechos Humanos

10 de diciembre: Día Internacional de los Derechos Humanos

10 Diciembre 2007
EL DÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS DE 2007 da inicio a la conmemoración del 60º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que se extenderá durante todo un año.
Hortencia Hidalgo >
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La celebración del 10 de diciembre del día de los Derechos Humanos tiene su origen en el año 1950. En este año la Asamblea General de las Naciones Unidas invitó a todos los Estados y organizaciones interesadas a que el 10 de diciembre observaran el Día de los Derechos Humanos (resolución 423 (V)). En ese Día se conmemora la aprobación por la Asamblea General de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en 1948.
El tema para el 2008, “Dignidad y justicia para todos nosotros” refuerza la visión de la Declaración Universal de Derechos Humanos como compromiso con la dignidad y la justicia a escala universal. No se trata de un lujo ni una lista de deseos. La Declaración Universal de Derechos Humanos y sus valores básicos, la dignidad humana inherente, la no discriminación, la igualdad, la equidad y la universalidad se aplican a todos, en todos los lugares y en todo momento. La Declaración es universal, duradera y dinámica, y nos atañe a todos.
Desde su aprobación en 1948, la Declaración ha sido y sigue siendo una fuente de inspiración de los esfuerzos nacionales e internacionales para promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Un elemento esencial de la protección de los derechos humanos es la difusión amplia de los conocimientos y el fomento de la comprensión entre las poblaciones de cuáles son sus derechos y cómo pueden defenderlos. En la actualidad, la Declaración está disponible en más de 360 idiomas y es el documento que más se ha traducido en el mundo, lo que da testimonio de su carácter y su alcance universales.
Sesenta años después, rendimos homenaje a la visión extraordinaria de los redactores originales de la Declaración y a los numerosos defensores de los derechos humanos en todo el mundo que han luchado para hacer realidad su visión. La Declaración pertenece a todos y cada uno de nosotros: corresponde ahora leerla, estudiarla, promoverla y reivindicarla como nuestra.
MENSAJE DE LA ALTA COMISIONADA LOUISE ARBOUR CON MOTIVO
DEL DÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, emitió el siguiente mensaje para conmemorar el Día de los Derechos Humanos que se celebra el 10 de diciembre.
Al conmemorarse hoy conjuntamente, no sólo el Día de los Derechos Humanos, sino también el lanzamiento de la campaña del 60° aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que tendrá un año de duración, tenemos motivos para celebrar los logros alcanzados desde 1948 en materia de garantías de las libertades fundamentales para todas las personas.
La Declaración Universal y sus valores esenciales – la inherente dignidad humana, la no discriminación, la igualdad, la equidad y la justicia – se aplican a todas las personas, en todo lugar y en todo momento.
En todas partes del mundo, personas, grupos, organizaciones y Gobiernos han
luchado por hacer realidad las promesas que surgen de la Declaración Universal. Muchos han perdido la vida en pos de estos ideales.
Hoy es también un día para reflexionar sobre nuestros errores individuales y colectivos al enfrentarnos a la violencia, el racismo, la xenofobia, la tortura, la represión de opiniones impopulares e injusticias de todo tipo.
En la creciente brecha de hoy en día entre los ricos y los pobres, los poderosos y los vulnerables, los tecnológicamente avanzados y los analfabetos, los agresores y las víctimas, se deben reafirmar enfáticamente la relevancia de la Declaración y la universalidad de los derechos consagrados en ella.
Durante el transcurso de este año, se deberán realizar esfuerzos sin precedentes para asegurar que cada persona en el mundo cuente con leyes justas para su protección. Progresando en el cumplimiento de todos los derechos humanos para todos, avanzaremos hacia la mayor realización del potencial humano, una promesa que está en el corazón de la Declaración Universal.