Repercusiones de una sorpresiva renuncia

06 Diciembre 2007
Ni la propia presidenta sabía que Lagos Weber dejaría su cargo a disposición. Es más, la acompañó a todas las actividades del día y al final de la jornada llegó hasta la oficina de la máxima autoridad del país y presentó su dimisión.
Cynthia Rey >
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Desde octubre se especuló sobre un nuevo cambio de gabinete. Sonó mucho el nombre de Belisario Velasco, sin embargo, fue otro, ya que este miércoles se produjo un verdadero remezón político en La Moneda. La renuncia de Lagos Weber dejó a todo el mundo sorprendido, y no es para menos. Ni la propia presidenta de la República tuvo un plazo para preparar el ambiente para la dimisión de Lagos. No hubo tiempo, siquiera, para ofrecerle otro cargo en el Gobierno.
A comienzos del día nadie conocía de las intenciones del ex vocero de Gobierno, acompañó a la presidenta para el recibimiento de Sting, realizó declaraciones con respecto a las declaraciones, para algunos desafortunadas, de los empresarios en la Enade. Nada, pero nada hacía presagiar que eran sus últimos momentos como ministro.
Luego de 21 meses como vocero de Gobierno, Lagos se decidió por una carrera senatorial por la quinta región costa. "Las razones que les expuse a la presidenta se refieren a que aspiro a servir desde otra instancia. Me siento gratificado por la labor realizada y le deseo mucha suerte a Pancho Vidal", indicó.
En tanto, Sergio Bitar, presidente del PPD señaló que Lagos es requerido por el partido como abanderado político. "Ha sido un gran ministro y va a ser un gran candidato, que nos ayudará en la campaña municipal y se convertirá en nuestro abanderado en las parlamentarias", sostuvo.
Por su parte, Francisco Vidal el nuevo Vocero de Gobierno, declaró estar satisfecho con su nombramiento e indicó que él siempre está dispuesto para cuando la presidenta lo requiera. En cuanto a "su repetición de plato, ironizó diciendo: "Si el plato es bueno te lo repites. A mí me encanta el lomo con puré de palta y lo como siempre," señaló.
Sea como sea, la salida de Lagos Weber marca sin duda el Gobierno de Bachelet, ya que su estilo irónico hizo que se convirtiera en uno de los más populares ministros de la presidenta. Ni siquiera la forma (o no forma) de bailar cueca pudo con él. Tras casi dos años en la vocería deja su cargo, sin mencionar palabra alguna. De esta forma, se alejó el último de los secretarios de Estado que asumió en conjunto con Bachelet. Algo que da para pensar...

Comentarios

Imagen de Daniel Miranda

1. Osvaldo, creo que tienes

1. Osvaldo, creo que tienes mucha razón, La Moneda debe ser el lugar donde se respetan los luibretos con mayor rigurosidad en Chile. Todo esta planificado, nada es al azar, y aunqeu a veces se equivocan o se descordinan, nada es sorpresivo. Creer lo contrario es estar en el mundo de Bilz y Pap, que ciertamente Chile dista mucho de algo así.

2. Junior, renunció porque no quiere salir con el montón de ministros que saldrá en la vispera de las elecciones, no quiere salir con los "mal evaluados".

3. Vidal, estaba esperando el momento para comenzar su allanamiento del camino para Papi Richy.

4. Las aspiraciones de llegar alñ parlamento, no son solo de Junior, varios ministros ya estan mirando a Valparaiso.

5. En qué quedo lo de que "ningún ministro se va a repetir el plato" -sic-, creo que se le quebro el plato a la Sra. Bachellet. Porque al tiempito ya lña estaba arreglando con frasecitas como: "nadie que sea ministro el 10 de marzo de 2006 seguirá en el mismo ministerio", dejándole la puerta abierta a los ex de Lagos. Y la hora ha llegado.

Imagen de Osvaldo Meza

La autora de este artículo

La autora de este artículo ha "harneado" esta noticia a través de este medio y el Morrocotudo en forma casi ociosa y majadera. Algo que da para pensar...

Ella supone -como si se hubiese metido en la mente de Bachelet y Lagos Weber- que este acontecimiento nadie lo tenía previsto y fue una rotunda sorpresa para la Moneda.

Obviamente, estas situaciones, no como lo imagina Cynthia, se comunican con antelación y reserva por las partes involucradas, para programar adecuadamente el funcionamiento normal del gobierno.