Buenas conversaciones, buenos futuros
¡Basta! A Parar la violencia contra las mujeres
26 Noviembre 2007
Al menos 58 mujeres han sido asesinadas en Chile en el transcurso del 2007. Nadie puede quedar indiferente ante la afirmación ¡CUIDADO! EL MACHISMO MATA.
Hortencia Hidalgo >
authenticated user CorresponsalLa acción de los movimientos de mujeres y feministas, articulada en redes de organizaciones instaló el femicidio como un problema político y público. La identificación del femicidio con su sustento cultural, el machismo, muestra la relación entre éste, la discriminación, la violencia contra las mujeres y el femicidio. Es decir, hace visibles los asesinatos de mujeres como resultado de una cultura que nos otorga menor valía, poder y disponibilidad de recursos, y a los hombres poder para disponer de nuestros cuerpos y de nuestras vidas.
Hoy, el país identifica el femicidio, los medios de comunicación los reportan como tales y diversos sectores políticos plantean medidas para su prevención y tipificación legal. Hasta hace unos meses el discurso oficial solo hablaba de violencia intrafamiliar.
El femicidio es un crimen específico contra las mujeres que debe nombrarse. Su erradicación requiere leyes y políticas integrales, sostenidas y financiadas que den protección y poder a las mujeres para vivir libres de violencia.
Transformar la cultura machista exige el rechazo individual y social a toda forma de violencia sexista. Llamamos a todos los hombres y todas las mujeres a no ser cómplices y manifestar nuestro repudio a la violencia contra las mujeres.
Agradecemos a todas y todos quienes se adhirieron durantes estos meses a la campaña ¡CUIDADO! EL MACHISMO MATA. Y seguimos llamando a:
• A las mujeres, a no tolerar ninguna forma de machismo, abuso y agresión en su contra;
• A todos los sectores sociales, culturales y políticos, a no ser cómplices repudiando toda violencia en contra de las mujeres y el femicidio, como su expresión más extrema; y
• A las instituciones públicas, a avanzar en políticas coherentes, coordinadas y con recursos para dar protección eficaz y oportuna, servicios de calidad, condiciones materiales y reparación a las mujeres, reforzando su condición de sujetas con poder de decisión sobre sus vidas.