Paseaba como tantas veces por Independencia, con mi hijo menor, el cual tiene cuatro años y vemos un espectáculo digno de ser reconocido en esta página, un grupo de b-boys o bailarines de Breakdance se encontraba realizando su espectáculo coreográfico, con música Hip-Hop y un despliegue de condiciones físicas importante, haciendo saltos, giros, movimientos de robot y equilibrio.
Al otro día, después de dar mi respectiva cooperación al espectáculo me acerco a ellos para conocer más a fondo sus experiencias, de una conversación pude extraer lo siguiente:
Son un grupo de cinco o seis muchachos, aunque antes fueron más, quienes entrenan a menudo y exhiben sus habilidades, las cuales cultivan desde hace muchos años (15 aproximadamente). Estos jóvenes se juntaban hace tiempo en otros lugares, pero la falta de una infraestructura y la necesidad de mostrar su arte los llevaron a bailar en el centro de la ciudad, así Erick, Marcos, Patiperro, Chico, Japo y Adán, se juntan a entrenar y darse a conocer en pleno Paseo Independencia, ante la sorpresa de todos quienes transitamos a diario por ahí.
Inclusive luchando frente a tan difíciles escollos, ellos viajaron a las preliminares del Sudamericano en la ciudad de Linares, logrando un importantísimo segundo lugar, teniendo en cuenta que no poseen auspiciadores, lugar de entrenamiento propio ni un equipamiento acorde a su nivel.
Lamentablemente les han hecho varias promesas, para luego quitarles el apoyo prometido, por ello no han postulado a proyectos de financiamiento. Así, luchando por ocupar este espacio público en bien de la cultura urbana, con la oposición inclusive en algunas ocasiones de carabineros, han llegado a un alto nivel con esfuerzo propio, algo realmente admirable.
Erick señaló que "es bueno que se conozcan las muestras de arte popular en la calle, para que se sepa que hay personas que no tienen espacio para la cultura".
Preguntando si la gente aportaba, señaló que "hay días buenos y malos", así que se está acostumbrado. También manifestaron que por lo mismo y por la dificultad de los movimientos, han tenido varias lesiones, esguinces, fracturas, daño a los tendones, pero por lo mismo ellos además de hacer un calentamiento previo de los músculos, los elongan bastante y además hacen Yoga.
Ellos agradecen bastante a quienes con su voluntario aporte les ayudan, como también al dueño de un kiosco quien les pasa electricidad para hacer funcionar un minicomponente con el que ponen la música durante el espectáculo.
Al despedirme de este B-boy, me señala que ellos mantienen una estrecha relación con grupos de Hip-Hop y cultura urbana, con la finalidad de que su arte sea visto por la comunidad como lo que es, arte ciudadano. Le deseamos mucha suerte a estos jóvenes en los encuentros que se vienen.
No se los pierdan.