Lamentablemente ahora tenemos la siempre desagradable noticia de que las cuentas de la energía eléctrica registrarán alzas en sus tarifas. Por lo visto el pan, la leche, las verduras y frutas no son los únicos productos afectados por el frío invernal, lo único que se mantiene congelado son los sueldos de los trabajadores, quienes pedimos un sueldo ético en la medida de las posibilidades.
Como no todo debe ser quejas, hay consejos para gastar menos energía, ya sea eléctrica, del gas o del sistema que utilicemos en nuestros hogares.
Hay una página del que posee los consejos principales que da nuestro gobierno.
Sinceramente creo que hay consejos que parecen dados solo con la intención de tranquilizar a la población, como es el desenchufar el cargador del celular, lo cual me parece un consumo despreciable frente a otros realmente importantes como son las estufas eléctricas, los hervidores y la gran cantidad de luces que se mantienen encendidas por mala costumbre en las casas, no todos los aparatos están en un mismo nivel de consumo eléctrico, por lo tanto debemos acostumbrarnos a mirar las "placas de características" donde dice, entre otras cosas, la potencia del aparato.
Lo principal es que nosotros como adultos tomemos conciencia de que la energía se consume, por lo tanto puede agotarse, pues los medios de generación, en especial eléctricos, son recursos que varían de acuerdo a las circunstancias.
Otro punto importante es que todos los equipos que generan calor consumen más electricidad que aquellos que no lo hacen, es cosa de mirar cuantos watts consume una plancha con respecto a una batidora, por ejemplo.
También está el crear la conciencia en nuestros hijos, no solo con cancioncitas y spots publicitarios de poca claridad, sino que conversando con ellos de la realidad que existe en nuestro país, para que no dejen encendidas las luces, abierta la puerta del refrigerador o encendido el televisor, la radio o el computador.
Finalmente hay un detalle que se les ha olvidado a las autoridades, quizá por que es su culpa, pues las viviendas de Chile están construidas con materiales y estándares de calidad inferiores a los de países desarrollados, entonces se debe utilizar una mayor cantidad de energía para calefaccionarlas.